Cada uno de los trabajadores de una empresa u organización son embajadores, que comparten sus impresiones y opiniones con el público externo de la organización. A su vez, nuestros trabajadores también son público externo, compran los productos o servicios de la organización, leen la prensa, están conectados en las redes sociales, entre otros aspectos.
Por favor no lo olvidemos!
No lo olvidemos, porque la pertenencia y la referencia en una organización son aspectos que pueden marcar cuán dañada o cuán excelente está la relación con los empleados.
Pertenencia v/s referencia
Es normal que hacia adentro de una organización seamos críticos, que defendamos las posturas con fuerza y que sostengamos que no estamos de acuerdo con las decisiones que se están tomando. Es vital reconocer que esta crítica implica que dentro de la pertenencia organizativa hay capacidad de expresarse, y –lo más importante- capacidad de escuchar por parte de los líderes.
Esta crítica interna es válida y puede ser más o menos “ácida” de acuerdo al estilo de liderazgo interno, a la cultura organizacional y al clima laboral que impere en la organización. Lo bueno es que estas conversaciones son parte del mundo interno… Han escuchado el dicho “los trapitos sucios se lavan en casa”? Tal cual, en este caso queremos resolver los problemas adentro: conversarlos, analizarlos, cuestionarlos y darles respuesta o solución. Ésa es la idea!
Lo normal es que estas expresiones queden adentro y que – en cambio- en la referencia, cuándo nos pregunten “cómo es tu empresa para trabajar?”, digamos que es una buena empresa, que como todas – obviamente- tiene sus detalles, pero que nos gusta trabajar allí, que hay reconocimiento y desarrollo y que es un grato lugar para desempeñarse.
Esta ecuación es la más común. Lo negativo se queda en casa y lo positivo sale al exterior. Lo más importante: generalmente las dos visiones son reales y verdaderas! No es que mintamos, sino que los dos mundos de pertenencia y referencia están entrelazados.
Pero cuando el clima está muy complicado y no hay respuesta ni solución a estas críticas internas, cuando los jefes no escuchan o si escuchan se hacen los “sordos”…. puede generarse un quiebre en esta natural dicotomía de referencia y pertenencia. Aquí la situación comienza a mostrar una crisis y hacia afuera comienza a salir información poco favorable, que aleja a buenos talentos, genera una mala imagen de la compañía e incluso –en casos extremos- puede dañar la marca.
NO LLEGUEMOS A ESTO!
Es una situación difícil de revertir, pero no imposible. Pero lo cierto, es que es mejor prevenir cuando sólo desde la pertenencia tenemos estas quejas.
Cómo prevenir?
- Desarrollemos las habilidades de nuestros líderes para escuchar, escuchar, escuchar. No es mejor líder el que mejor habla, sino el que más y mejor escucha.
- Aprendamos a no sufrir con las críticas internas, pues eso nos lleva a negarlas u ocultarlas. Démosle espacio y generemos mecanismos que canalicen las inquietudes.
- No centremos todas las respuestas en los mismos líderes, pues se saturarán. Abramos la red de apoyo.
- Generemos una red de facilitadores internos que sean mecanismos de comunicación ascendente y descendente y termómetros de clima laboral.
- Sistematicemos las reuniones y al comunicación en cascada. Si s al azar, lo más probable es que no ocurran.
- Y lo más vital: practiquemos lo que predicamos. Con esta señal la referencia se mantendrá intacta.
Seguimos comunicados,
Susana Cáceres G.
Socia Directora
(+56-9) 9 2386238
susana@internal.cl
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