Cuando nos preguntamos qué es lo que valora más un trabajador de su empresa u organización, generalmente centramos nuestra mirada en el paquete de beneficios. Y, además, cuando pensamos en propuesta de valor al empleado, lo primero que se viene a la mente, son los beneficios.
Sin embargo, el concepto de “propuesta de valor” en términos internos de la organización va mucho más allá de lo contractual o económico. Ya no estamos hablando sólo de una oferta de compensación total en donde podemos “sumar” el aporte salarial completo que se le da a un trabajador; si no, de una mirada integral en donde el colaborador espera una conexión con la mirada de futuro de su lugar de trabajo y con el “match” entre sus valores y propósito, con los de la empresa.
Así, la evolución del concepto de propuesta de valor al empleado nos lleva a una conexión o acuerdo más emocional que contractual entre el trabajador y su empleador, conectando esta mirada emocional con una experiencia coherente y consecuente del trabajador a través de todo el viaje en su empleo.
En la Encuesta Iberoamericana de Comunicación Interna 2023 (ECIC 2023)[1]– estudio que realizamos en Internal desde el año 2012- los participantes señalan directamente qué es lo que más valoran de su lugar de trabajo, y en primer lugar destaca “Un propósito y valores inspiradores, con los que los colaboradores se sientan alineados”, con un 46,3%. En segundo lugar, aparece valorado “Aprendizaje continuo y posibilidad de asumir retos”, con un 40,4% y en tercer lugar aparece “Ambiente de trabajo enriquecedor y de confianza”, con un 40,2%[2].
Vemos que la mirada más transaccional se aleja de los primeros lugares, aunque obviamente no es algo que debemos obviar cuando estructuramos o comunicamos una propuesta de valor al empleado. Y, por supuesto, la valoración puede cambiar de una organización a otra; tal como la comunicación interna, la propuesta de valor al empleado no es un commodity, y debe su estrategia y planificación debe ser creada para dada institución, respetando la mirada de sus propios trabajadores. No es un “copy – paste” que nos permita tomar algo que funcionó en un lugar de trabajo y trasladarlo a otro.
Por ello, diagnosticar qué es más valorado y cómo lo estamos comunicando es clave antes de estructurar, definir y generar una estrategia comunicacional de la propuesta de valor al empleado.
Sigamos comunicados,
Susana Cáceres González
Socia Directora
[1] Puedes descargar los resultados completos de la ECIC 2023 aquí: https://www.internal.cl/estudios/
[2] En esta pregunta los participantes podían marcar más de una opción.
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