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Planificar la Comunicación Interna en tiempos de incertidumbre
Usualmente, el último trimestre del año estamos mirando nuestra planificación del año que viene. Una planificación que se plantea a uno o dos años y que nos permite organizar nuestros objetivos de comunicación interna, siempre alineados al propósito y a las metas estratégicas de la organización.
Estos últimos meses no ha sido la diferencia. Estamos planificando, pero esta vez en un contexto VUCA (Volátil, con Incertidumbre, Complejo y Ambiguo) aumentado por una pandemia que aún nos acompaña, y de la cual aún no vemos horizonte de término.
Planificar en estos tiempos considera mirar de otra manera nuestros objetivos de comunicación interna, porque claramente nuestras organizaciones también están planificando a menor tiempo, con más posibilidades de cambio y atentos a la crisis.
Ciclos más cortos: El tradicional proceso de diagnosticar, generar estrategia, planificar y medir, debiéramos pensarlo en un horizonte más corto a como lo hacíamos antes. Tal vez bajar a 6 meses, en lugar de un año o dos y/o planificar a un año, sabiendo que podemos tener que redirigir la estrategia y el plan en muy poco tiempo. Por ello, es necesario estar analizando los resultados en ciclos más cortos y mirando el contexto.
Comprensión y análisis del contexto: Nuestro entorno cambió bruscamente hace 7 meses. Y, en el caso de Chile, hace un año con el estallido social. No podemos creer que los meses por venir serán estables y conocidos. Por ello, los comunicadores internos tienen que estar mirando qué pasa fuera de la organización: competencia, crisis en el rubro, preocupaciones globales post pandemia, cambios regulatorios, aspiraciones sociales, entre otros.
Si bien comunicamos al interior de la organización, la comunicación interna y externa tienen cada vez un límite muy difuso, o ya están unidas. Nuestros colaboradores son embajadores de la marca y comunican hacia afuera; y todo lo que pasa en nuestras comunidades, stakeholders, país o a nivel mundial, impacta el quehacer institucional. Debemos ser comunicadores integrales, velando cada vez más por la confianza, credibilidad y reputación de una organización en 360 grados.
Sensemaking: Es muy clave que cuando pasemos una crisis generemos una nueva creación de sentido organizacional, una retrospectiva: qué aprendimos de la crisis. Si bien aún no termina la pandemia, ya es tiempo de sacar algunos aprendizajes y conclusiones sobre la comunicación interna, que además nos permitan planificar para los próximos meses.
Es, además, una forma de escuchar (ya sea a los integrantes del Comité de Crisis, equipo de comunicación, o a una muestra de la organización), que nos permite medir, analizar y volver a planificar, con un entendimiento de la crisis que hemos vivido.
La invitación es a seguir planificando, pero preparándonos para entornos complejos. Eso nos permitirá desaprender y volver a aprender, ser más asesores de nuestras organizaciones y apoyar la toma de decisiones con mirada crítica y estratégica.
Seguimos comunicados,
Susana Cáceres G.
Socia Directora
Día Internacional de la Comunicación Interna: Cuando el rol es cada vez más necesario
Conmemorar un día más de la Comunicación Interna es siempre motivo de alegría, pero en estos tiempos de pandemia y nueva forma de relacionarnos, tenemos que ser conscientes de nuestro rol y su actual desafío.

El 30 de septiembre fue instaurado por el Team Dialogus CI como el Día Internacional de la Comunicación Interna. Y ha sido un impulso para mostrar el avance de esta disciplina en Chile y en Iberoamérica.
Por ello, el Congreso Iberoamericano de Comunicación Interna, CONCIN 2020, en su quinta versión se inicia este mismo día, dando inicio a una fiesta de los comunicadores de distintos países, que buscan compartir buenas prácticas, aprender y colaborar.
Desafíos en una nueva normalidad
Este nuevo día de conmemoración, nos encuentra en una situación de pandemia que ha golpeado y también impulsado la disciplina en los distintos países.
Tenemos muchos desafíos en este nuevo contexto y en la nueva normalidad, que se instalará una vez que logremos superar la crisis sanitaria, al menos en parte.
- Restablecer confianzas: Las organizaciones están resentidas con medidas restrictivas producto de la crisis económicas, cambios drásticos y la incertidumbre. La comunicación interna debe ser capaz de generar un nuevo clima de diálogo interno dentro de las empresas; será una nueva comunicación para un nuevo comienzo.
- Formar líderes para la nueva normalidad: Los líderes han sido uno de los grupos más exigidos en este proceso, aprendiendo a colaborar en lugar de controlar, generando autonomía en equipos, comunicando de manera eficaz y desarrollando competencias de contención, entre otras competencias. Desde nuestra expertisse debemos ser capaces de apoyar el desarrollo de habilidades comunicacionales para líderes en un nuevo contexto, en donde además deben aprender a descubrir las señales de una crisis.
- Capacidad de gestión de crisis a toda prueba: Un comunicador interno debe saber gestionar una crisis y apoyar a la toma de decisiones en la organización. Esta será una habilidad clave en el mundo cada vez más cambiante.
- Escuchar más a la organización: La capacidad de escucha la debemos desarrollar fuertemente en los líderes, pero también como equipo de comunicación interna tenemos que escuchar real y efectivamente a la organización. Saber qué requieren los colaboradores, qué están pensando, cómo han vivido este proceso y qué propuestas pueden aportar.
- Fomentar colaboración y participación: Los medios de comunicación interna tienen que ser cada vez más colaborativos y bidireccionales, además de entregar las herramientas de retroalimentación y escucha a los líderes.
- Transformar la comunicación digitalmente y apoyar la generación de competencias digitales:La transformación digital se aceleró con este contexto. Debemos ser capaces de transformar la forma de hacer comunicación interna.
- Gestionar el cambio: Esta será una competencia obligada de los comunicadores internos, ya que las transformaciones en las organizaciones será lo más estable que tendremos.
- Anticiparnos: Tenemos que aprender a leer un contexto VUCA (volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad) y estar preparados ante las señales en cómo los cambios externos e internos puede impactar a la organización.
- Sentarse en la mesa de la estrategia: Como siempre digo, tenemos que estar más cerca de la estrategia, apoyando los objetivos estratégicos y entregando valor y sentido del trabajo a cada colaborador en su rol. Así también generamos sentido y valor a nuestro trabajo, cada día más relevante en el mundo que vivimos.
¡Feliz Día de la Comunicación Interna!
Seguimos comunicados,
Susana Cáceres G.
Socia Directora
En el mundo actual y futuro, necesitaremos más comunicación

La crisis sanitaria está acelerando la transformación digital de las organizaciones. De hecho, las empresas están avanzando forzadamente en 5 meses lo que esperaban hacer en los próximos 5 años.
El mundo del trabajo está cambiando rápidamente y eso requiere que las comunicaciones internas también evolucionen, dando respuesta a una nueva forma de comunicar. Pero no basta con tener mucha tecnología, si no que necesitamos cambiar las habilidades de nosotros como comunicadores y aportar a la generación de capacidades digitales en los colaboradores y en los líderes de nuestras empresas.
Líderes post pandemia
El estudio que realizamos junto a GoIntegro en julio recién pasado, preguntándole a los HR Influenceres Latam cuáles eran las habilidades que requerirían los líderes Post Pandemia, indicó que las principales competencias eran: Confianza y autonomía de los equipos; Liderazgo emocional; Flexibilidad y adaptación al cambio; Resiliencia; Transformación digital; Comunicación efectiva y Escucha activa. (Puedes descargar el estudio aquí: https://www.internal.cl/ecin-2020/)
Si las miramos con detención, ¡todas requieren más y mejor comunicación del líder! El liderazgo post pandemia será también una rápida evolución de lo que veníamos necesitando: más emocionalidad, cercanía y escucha. Solo que ahora, es más necesaria y rápida su implementación.
Nuevos empleos para una nueva realidad
En julio, la empresa Laborum realizó una encuesta a 223 empresas de seis países. 70 de esas empresas eran chilenas. Ellos indagaron sobre los trabajos que tendrían más vacantes después de la pandemia… y ¿qué profesiones aparecieron?
En este estudio apareció Tecnología, Sistemas y Telecomunicaciones, dado el contexto y aceleración digital. También producción y manufactura. Y, muy interesante, marketing y comunicación están también entre las profesiones que más se requerirán pasada la crisis sanitaria. En este último ítem aparecen los comunicadores internos con nombre y apellido.
No es extraño, pues en estos tiempos de crisis la comunicación ha sido clave y nuestro rol se ha visibilizado, agregando valor más allá del mailing y tomando una mirada más estratégica.
Comunicación para el futuro del trabajo
Si seguimos indagando en estudios, el análisis llamado “Futuro del Trabajo en Chile”, de la Fundación País Digital y Accenture, indicó que las competencias más necesarias para el futuro son la comunicación efectiva, colaboración y relacionamiento con colegas: “Definimos esas habilidades como “fundamentales”, porque permiten que los trabajadores compartan ideas, colaboren y resuelvan problemas. Se trata de capacidades esenciales para la forma en que funcionan las organizaciones, puesto que hacen posible que colegas trabajen en conjunto y que la información circule rápidamente. Nuestras entrevistas con gerentes de recursos humanos y otros líderes de negocios en América Latina ponen de manifiesto que las empresas buscan cada vez más esas habilidades”.
El tema es, ¿estamos preparados como comunicadores para ayudar a nuestras organizaciones a responder a estos desafíos?, ¿hemos dado pasos en nuestra propia formación?, ¿seremos capaces de mostrar el camino en temas de comunicación?
Nuestro rol como comunicadores
¿Qué se requiere de los comunicadores internos en un mundo laboral que necesita cada vez más comunicación de líderes y trabajadores?
Tenemos que desarrollar más habilidades para formar a otros, aportar a la transformación digital de nuestras organizaciones, desaprender y volver a aprender nuevas formas de comunicar, e ir más allá de la tecnología.
El futuro de la comunicación claramente será digital, para ello necesitamos desarrollar competencias digitales en los equipos de las empresas; y, por otro lado, será cada vez más humana, más relación directa uno a uno, más emocional y más cara a cara (aunque sea virtual).
En esos caminos tenemos que aportar y ser capaces de marcar una diferencia, para un mundo que cambia y requiere ser comprendido, analizado y comunicado.
Seguimos comunicados,
Susana Cáceres G.
Socia Directora
Encuestas de Comunicaciones Internas 2020: El relevante aporte de la Comunicación Interna en tiempos de crisis
Como cada año, este 2020 realizamos la Encuesta de Comunicación Interna de Chile, ECIC, la cual por primera vez la hicimos en conjunto con Perú, gracias a la colaboración de Apoyo Comunicación.
Además, en abril recién pasado levantamos las mayores problemáticas que las organizaciones estaban viviendo a través de una Encuesta sobre CI en tiempos de Pandemia en Chile.
Ambos estudios nos permiten mirar – sobre todo a la luz de la crisis sanitaria – cuáles son los aspectos clave que debemos potenciar hoy, para apoyar a personas y a organizaciones minimizar incertidumbre, cuidarnos y seguir cumpliendo metas.
Desde el 2012, hemos venido realizando la Encuesta de Comunicaciones Internas de Chile, que ha ayudado a los comunicadores a identificar buenas prácticas, conocer tendencias y plantear prioridades corporativas.
Cada año vemos una mayor mirada estratégica de la disciplina, aunque aún nos falta validarnos más, pasando de lo operativo a estar sentado en la mesa de las decisiones o en los comités de crisis.
Este año los hallazgos nos ayudan a mirar qué potenciar y en qué estamos al debe, pensando en la gran necesidad de comunicación interna en equipos que están teletrabajando, o en terreno con situaciones de extremo cuidado sanitario.
Informar, escuchar, agradecer, contener y motivar es clave en la actual realidad mundial. Y la comunicación interna debe estar a la altura.
Encuesta Comunicación Interna Chile – Perú 2020
Uno de los hallazgos clave en la encuesta de este año, es el impacto de los jefes en la comunicación con los trabajadores, tanto para recibir información como para la comunicación ascendente. De hecho, los participantes señalan a la Jefatura y las Reuniones de Área, como los principalea medios para expresar sus opiniones.
El desafío sigue siendo que nuestros líderes asuman su rol comunicador, partiendo por el Rol del CEO o Gerente Geneal, que en la Encuesta nos aparece en alza, aunque sólo el 33% de los participanes de Chile dice que el CEO está “siempre muy interesado y es vocero de los temas principales”. El 34% señala que “Solo se involucra en temas puntuales, pero siempre muy preparado”. Es este modelo a seguir el principal ejemplo para el resto de los jefes, por eso tenemos que seguir trabajando en su formación y preparación como comunicadores.
Por otro lado, la encuesta nos releva la importancia de la comunicación digital. Claramente el contexto actual está empujando a la organizaciones hacia la transformación, y es un buen antecedente para que la comunicación interna se digitalice, poniendo foco en la comunicación a personas sin acceso de correo electrónico y/o computador. En este sentido el uso de Apps y redes sociales sigue en ascenso, tanto en Chile como en Perú. A esto se suma, la necesidad de la comunicación bidireccional, en que debemos trabajar aún más, especialmente en momentos de crisis. Solo el 54% de los participantes señalaron tener canales de comunicación bidireccional.
Otro tema en que estamos avanzando y debemos potenciar, es la medición de la efectividad en comunicación interna. El 42% de los participantes de Chile dijeron contar con herramientas de medición, en donde destacan los sistemas de email marketing, encuestas y diagnósticos de comunicación interna. Estamos al debe en la medición de indicadores de impacto (del negocio) y retorno sobre la inversión (ROI).
Encuesta Comunicación Interna y Covid-19
Entre el 23 y el 30 de abril de 2020, en medio de la crisis sanitaria, realizamos una encuesta para preguntarle a los comunicadores cuáles eran los mayores dolores que estaban viviendo con las necesidades comunicacionales de la pandemia.
Entre los hallazgos más significativos aparecieron:
- Falta de Compromiso de los íderes para comunicar a sus equipos. Este es un tema clave siempre en comunicaciones internas, pero en crisis se intensifica la necesidad de tener líderes comprometidos y preparados para comunicar. En los puntos que siguen, veremos que este rol es cada vez más clave.
- Dificultad para comunicar a trabajadores sin acceso a computador. ¿Cuánto nos falta por lograr digitalizar a todas las audiencias, especialmente a aquellas con roles operativos, en trabajo en terreno y turnos, sobre todo en momentos en que la distancia social lo hace más necesario y urgente? Aquí es clave el rol del líder para comunicar a sus equipos y comenzar a digitalizar a nuestras personas de las diferentes áreas, con medios que puedan utilizar, como pantallas digitales, redes sociales o apps en el celular.
- Falta de comunicación bidireccional. La escucha es una deuda de la comunicación interna. Y en crisis se requiere aún más entender qué pasa con nuestros colaboradores, qué necesitan y qué dudas hay en los equipos. Nuevamente aquí el rol del líder es clave, partiendo por el CEO.
- Faltan acciones que refuercen la empatía y la contención hacia los colaboradores. Aquí requerimos contención desde los líderes, campañas de endomarketing de agradecimiento, comunicación clara y transparente para aplacar la incertidumbre y talleres participativos.
- Faltan acciones que fomenten el compromiso de los colaboradores. Igual al punto anterior, incorporando la escucha activa a todos los niveles.
- No sé cómo priorizar las acciones según las necesidades reales de los colaboradores. Nuevamente, para priorizar, necesitamos escuchar; necesitamos comunicación bidireccional.
- No existe un comité de crisis en mi organización o el área de comunicación interna no es parte de él. Tema crítico hoy y muy compartido por diversas organizaciones. Debe haber un comité que evalúe el contexto, con asesoría de comunicaciones, para poder tomar decisiones ágiles dentro de la incertidumbre que vamos manejando.
Esperamos que los hallazgos de ambas encuestas contribuyan a ser más efectivos en la comunicación de información crítica en las organizaciones de nuestros países y de Latinoamérica, ya que la comunicación interna hoy es más clave que nunca.
Nuestro rol como comunicadores debe estar al servicio de las personas, de su cuidado -hoy especialmente-y de la sustentabilidad de organizaciones que se están viendo golpeadas por una crisis sanitaria sin precedentes.
Las organizaciones cumplen metas gracias a las personas. Esas personas mejor comunicadas en tiempos de crisis se mantendrán unidas, pese a la distancia, y seguirán construyendo organizaciones extraordinarias, resilientes y capaces de aportar a un país que hoy lo requiere más que nunca.
Puedes acceder a ambos estudios completos en https://www.internal.cl/estudios/
Seguimos comunicados,
Susana Cáceres G.
Socia Directora
¿Cómo comunicar si me acojo a la Ley de Protección al Empleo?
En el contexto de la crisis sanitaria por COVID-19 en Chile, se aprobó una ley promovida desde el Gobierno que ayuda proteger el empleo ante el impacto económico que se está produciendo.
La Ley
Muchas empresas están viendo mermados sus ingresos, porque si bien el distanciamiento social y las cuarentenas han demostrado ser muy eficaces contra la propagación del virus, también ha probado ser nefasto para el desempeño de empresas clave: transporte, hotelería, restaurantes, turismo, servicios en general.
Ante esta situación, la ley permite mantener la relación contractual con el trabajador (evitando los despidos masivos que ya comenzaron), con diferentes modalidades:
- Suspensión temporal de la relación contractual (por paralización por cuarentena o por acuerdo entre empleadores y trabajadores) con ingresos a cargo del seguro de cesantía, manteniendo la relación laboral y pago parcial de cotizaciones.
- Reducción de la jornada laboral, compensando el sueldo a través del seguro de cesantía, manteniendo la relación laboral y pago parcial de cotizaciones.
Cómo lo comunico
El protocolo para tomar esta medida ya está establecido, sin embargo, lo que no está claro es ¿cómo le comunico a mis trabajadores la decisión que estamos tomando como empresa?, y ¿cómo hacerlo de la mejor manera para que no se filtre a la prensa antes que mis colaboradores se enteren?
Aquí algunos consejos para lograr una comunicación transparente y el menor impacto en la organización, sobre todo pensando en si acojo solo un área a la medida de protección del empleo.
- Comunicación con Sindicatos, Federaciones y Asociación de Trabajadores
Claramente esta es una decisión que tendrá un impacto económico en los trabajadores. Sus representantes deben estar informados y conocer el porqué de esta decisión. Mostrar esta evidencia genera transparencia; además, está clara la intención de no cortar la relación contractual con los trabajadores. Esto también debe quedar claro y explicitado.
Como en toda conversación con los representantes sindicales, esto no es solo informativo. Es un diálogo que ayuda a recibir la visión del trabajador y que logra acuerdos mucho más ventajosos para ambas partes. Ese debiera ser el espíritu.
- Comunicación a líderes y en cascada
¿Quién llevará a cabo este acuerdo con el trabajador?, ¿a quién se le preguntará las dudas? La respuesta es: al jefe y en cascada.
Por ello, las jefaturas deben estar claramente informados de las decisiones y protocolos a seguir, sea o no su equipo afectado por la medida.
Si su equipo es afectado, él será quien comunique y debe tener toda la información relevante, un set de preguntas frecuentes y el apoyo de Recursos Humanos para abordar dudas de último minuto.
Si su equipo no es afectado, el jefe debe saber toda la información del proceso, pues recibirá preguntas de un equipo que mantiene incertidumbre sobre su futuro laboral. También debe tener un set de preguntas frecuentes, y algún apoyo de contención a sus subalternos, cuyos compañeros de trabajo están dejando su puesto temporalmente.
La alineación de los mensajes de la jefatura, son claves en estas situaciones. Lo más efectivo en estos casos es utilizar la comunicación en cascada o team briefing, que permite hacer llegar la información rápidamente a las distintas áreas de la organización y recibir feedback y preguntas que nos ayuden a mejorar siguientes procesos comunicacionales.
- Comunicación a quienes serán afectados por esta medida
La comunicación será del jefe en el momento en que sea notificado. Idealmente el jefe debe estar acompañado de un integrante de Recursos Humanos. Y es muy probable que el trabajador quiera comunicarse con su representante sindical.
- Comunicación a quienes no serán afectados por esta medida
Quienes permanecerán con su relación contractual normal, deben comprender claramente por qué se toma esta medida. Se puede comunicar directamente a través de su jefe, alineado y bien informado sobre la decisión y el proceso.
- Comunicación para quienes están en teletrabajo y no serán afectados por la medida
Si parte del equipo está en teletrabajo, la comunicación virtual del jefe será vital para informar, aclarar dudas y contener.
- Comunicación general
Una vez comunicado de manera cuidadosa la decisión a los grupos de interés, se puede generar una información ampliada para toda la organización.
- Coherencia
Si estamos tomando estas medidas es porque realmente las necesitamos para dar continuidad futura a la organización y al empleo de los trabajadores. Por ello, poner mucho cuidado en no tomar medidas como inversiones o compras que generen inconsecuencia en lo que estamos comunicando. Las acciones comunican más que los mensajes y tenemos que ser conscientes y coherentes siempre, y especialmente en tiempos de incertidumbre.
En momentos de crisis, como comunicadores internos tenemos que aportar una comunicación que genere confianza en las relaciones laborales, que sea transparente y que ayude a minimizar los impactos para las personas y para la organización.
Seguimos comunicados, en tiempos de COVID-19 e incertidumbre.
Susana Cáceres G.
Socia Directora
Comunicación Interna en tiempos de COVID-19
Estamos viviendo situaciones extraordinarias y en este escenario necesitamos respuestas extraordinarias, desde los distintos ámbitos de nuestra vida personal y laboral.
La comunicación hoy es clave y requerimos acciones concretas, ágiles y responsables para salir adelante y entender el mundo que viene, que a todas luces nunca volverá a ser la “normalidad” que conocíamos.
Transparencia y mesura informativa
Como comunicadores, estamos llamados a ser un puente de información clara y transparente en tiempos de incertidumbre. No tendremos todas las respuestas, pero en cada organización debemos ser capaces de comunicar las decisiones, cambios de procesos y urgencias que vamos vislumbrando.
Compartir las buenas prácticas entre equipos y entre organización también es crucial. Estamos en tiempos de colaboración, y si bien el COVID-19 nos obliga a estar separados, debemos estar más unidos que nunca, para compartir formas de trabajo en equipo, mejores prácticas en prevención, oportunidades del teletrabajo o dificultades que hemos tenido.
Yuval Noah Harari, en su entrevista en el Diario El País de España señala que “la mejor defensa contra los patógenos es la información”. Y vaya que necesitamos estar informados, pero no infoxicados.
“La gran ventaja de los humanos sobre los virus es la capacidad de intercambiar información. Un coronavirus en Corea y un coronavirus en España no pueden intercambiar consejos sobre cómo infectar a los humanos. Pero Corea puede enseñar a España lecciones valiosas. Incluso el aislamiento requiere información.”[1]
El autor de “Homo Sapiens” también señala que hay muy poca cooperación internacional y que tenemos falta de liderazgo mundial.
Liderazgo comunicacional en crisis
Si ya en situaciones normales ejercer el liderazgo no es nada sencillo, imaginemos el ejercicio del liderazgo en situación de crisis, con equipos en sus casas y trabajando virtualmente.
Es todo un desafío, pero no es imposible de lograr.
Cuando no trabajamos cara a cara, el líder debe ser mucho más directo y claro en lo que espera del otro. Perdemos el impacto de la comunicación no verbal y, como no decirlo, también perdemos el impacto de un abrazo o de una palmada en la espalda. Hoy estas acciones en lugar de ayudarnos a sentirnos acogidos, nos generan miedo.
En tiempos de crisis el equipo espera más certezas y menos dudas. Pero seamos sinceros, en situaciones complejas, no siempre podemos dar certidumbres.
Para ayudar en estas instancias, recomiendo al líder:
- Alinearse a la comunicación oficial de la organización. Levantar todas las dudas posibles, hasta quedar claro del porqué y cómo se han tomado las decisiones. No siempre estaremos de acuerdo, pero comprender el contexto de la toma de decisiones nos ayudará a alinearnos y dar una mirada común en la institución.
- Comunicar al equipo lo que se solicite, por vías digitales, video llamadas, mail, etc.
- Resolver dudas por todos los medios. Levantar aquellas en que no se tenga respuesta.
- Conocer a cabalidad los protocolos de acción de prevención, en caso de contagio, contacto estrecho, cuarentenas, etc.
- Levantar rápidamente situaciones complejas que se puedan generar en el equipo o rumores que puedan afectar clima o conducir a una crisis reputacional.
- Contener al equipo, acogiendo en cada reunión situaciones críticas familiares. Entender que trabajando desde casa las condiciones cambian.
- Generar compromiso. Las metas organizacionales siguen y la posibilidad de teletrabajar hoy es una oportunidad que no todos los trabajadores tienen. Pongamos foco en los temas relevantes y en las posibilidades de cumplir tareas, enfrentando estos nuevos escenarios.
- Levanta tus dudas y tus problemáticas a tu jefe o pares. Como líder también necesitas apoyo y contención.
Comunicación y teletrabajo
Hoy la tecnología nos ayuda (a quienes tenemos roles administrativos y profesionales) a trabajar a distancia. Sin embargo, hasta ayer lo hacíamos de manera desregulada, ya que no teníamos ley de teletrabajo.
Desde el estallido social en Chile, muchas empresas reticentes al home office se dieron cuenta que era la mejor manera de seguir con la continuidad operacional en tiempos de convulsionados. Hoy, con la crisis sanitaria volvemos a trabajar desde casa, ya más preparados.
No podemos perder la comunicación con los equipos que trabajan desde casa. Aprovechemos los videos, mails, redes sociales internas y las plataformas (Zoom, Teams, Slack, Meet, Hangout, Whatsapp, etc.) para entregar información periódica a los equipos.
Las personas están sobre informadas a través de redes sociales, tratemos de ser claros y concisos con ellos, sin generar alertas innecesarias ni falsas expectativas. Aquí, menos es más, pero la periodicidad es clave, porque no veo a mi equipo y ellos necesitan continuidad.
También es importante respetar los horarios laborales y evitar enviar mensajes fuera de la jornada establecida. En esta situación donde se nos mezcla el trabajo con la vida personal, es sumamente importante cuidar los espacios.
Big Data y Small Data
La gestión de la información y la geolocalización de los contagiados hoy es crucial a nivel internacional. De hecho, Byung Chul Han, filósofo coreano y profesor de la Universidad de Berlín, señala que China está siendo exitoso en controlar el avance del virus gracias al control de la información digital de los ciudadanos. Obviamente, perdiendo libertad y derecho a la privacidad, con todo lo complejo que ello implica.
“Se podría decir que en Asia las epidemias no las combaten solo los virólogos y epidemiólogos, sino sobre todo también los informáticos y los especialistas en macrodatos. Un cambio de paradigma del que Europa todavía no se ha enterado. Los apologetas de la vigilancia digital proclamarían que el big data salva vidas humanas”, señala el filósofo y agrega “La conciencia crítica ante la vigilancia digital es en Asia prácticamente inexistente. Apenas se habla ya de protección de datos, incluso en estados liberales como Japón y Corea. Nadie se enoja por el frenesí de las autoridades para recopilar datos”.[2]
En este sentido, debiéramos preguntarnos cómo estamos manejando la información internamente en las organizaciones: cuántas personas en cuarentena tenemos, en qué centros de trabajo, cuántos contagiados, con quién ha tenido reuniones, cuáles son los turnos afectados, tomó el transporte de la empresa, etc. Sin perder confidencialidad de los datos de los trabajadores, pero poniendo énfasis en el bien común de la organización.
La información de nuestras instituciones, más pequeña que la global o small data, es hoy clave en nuestras empresas para limitar el contagio.
Debemos tomar medidas ágiles – claro- pero en base a información fidedigna y actualizada, tanto interna como del contexto: industria, gobierno, municipios, etc.
Especialistas en comunicación, tenemos una gran y relevante labor hoy. No bajemos los brazos y sigamos trabajando por comunicar bien, a tiempo y verazmente dentro y fuera de nuestros lugares de trabajo.
¡Este virus lo paramos entre todos!
Susana Cáceres G.
Socia Directora
[1] https://elpais.com/cultura/2020-03-21/yuval-noah-harari-la-mejor-defensa-contra-los-patogenos-es-la-informacion.html
[2] https://elpais.com/ideas/2020-03-21/la-emergencia-viral-y-el-mundo-de-manana-byung-chul-han-el-filosofo-surcoreano-que-piensa-desde-berlin.html?outputType=amp&__twitter_impression=true
Un año de crecimiento y desafíos para la Comunicación Interna
Iniciamos el 2019 compartiendo los resultados de la Encuesta de Comunicación Interna, que nos mostraba los principales temas a comunicar este año: cultura y estrategia organizacional, transformación y gestión de cambio.
Ciertamente fue un año de cambios, dentro y fuera de la organizaciones. Los comunicadores apoyaron profundos cambios culturales en las empresas e instituciones, con el desafío de comprometer a los trabajadores y empoderar a líderes como actores clave de la comunicación.
En este sentido, vimos un año con mucha necesidad de formar a líderes en habilidades comunicacionales. Mejorar la cascada comunicacional y la escucha en cada organización, fue muy relevante.
Otro desafío del año, fue planificar con foco en la estrategias del negocio. Es decir, el permanente reto de aportar al cumplimiento de las metas de las compañías y lograr que cada colaborador comprenda cómo desde su rol trabaja por la visión o propósito de su organización.
Congreso Iberoamericano de Comunicación Interna, CONCIN 2019
También a comienzos de año realizamos una encuesta para preguntarles a los especialistas de comunicación interna qué temáticas querían abordar en el CONCIN 2019, que volvía a Chile.
Ahí recibimos como respuesta temáticas relacionadas a Comunicación y crisis, Medición y Retorno sobre la inversión en comunicación, Propuesta de valor al empleado y marca empleadora, Transformación digital, Apps corporativas. Y estos fueron los ámbitos abordados en el CONCIN 2019, con expositores de Perú, Argentina, México, España y Chile.
Tuvimos una excelente evaluación del evento, con un 95% de aprobación, y logramos una vez más reunir a la comunidad de comunicación interna, no solo de Chile, si no de toda la región, con más de 200 participantes de 7 países.
El CONCIN 2019 cerró el día 17 de octubre. Al día siguiente, viernes 18 de octubre, un estallido social cambió el curso de los acontecimientos en Chile, y la comunicación interna no estuvo ajena a este nuevo escenario.
Estallido Social en Chile
Las prioridades cambiaron para las organizaciones. Estábamos en crisis país; muchas empresas se vieron golpeadas por saqueos o porque sus colaboradores estaban imposibilitados de llegar a sus lugares de trabajo. Las discusiones eran otras, las sensibilidades, también.
Los focos comunicacionales tuvieron que adecuarse rápidamente para dar respuesta a la necesidad de seguridad de los trabajadores; a cambios en la forma de organizar el trabajo. Muchas empresas que nunca habían pensado en instaurar el teletrabajo o home office, vieron una oportunidad en esta fórmula para seguir funcionando y para dar cuidado a los equipos.
La incertidumbre era la tónica. Había que comunicar lo clave para dar tranquilidad a las personas y dar continuidad operacional a los negocios, en momentos en que todo parecía no estar normal.
¿Qué hicimos como comunicación interna? Como las prioridades comenzaron a cambiar, muchas empresas redefinieron focos estratégicos y metas. Nuestra planificación, obviamente, cambiaba.
Con una mirada de país golpeado por la inequidad, muchas empresas redefinieron rentas mínimas; y se plantearon bonos y compensaciones por el esfuerzo de los trabajadores en los momentos de crisis. Había que comunicar rápidamente.
Comenzamos a escuchar más. Las jornadas de reflexión y conversación se hicieron parte de la rutina de las organizaciones para contener, escuchar y comprender qué nos estaba pasando. Los equipos se acercaron.
Nuestro lenguaje cambió y aún estamos en eso. Cómo generábamos un lenguaje que impulsara el encuentro más que la distancia; que nos conectara y nos ayudara a avanzar en conjunto.
Aún no tenemos todas las respuestas. El contexto sigue complejo. Las empresas siguen mirando su propósito, redefiniendo acciones y escuchando a un país que cambia.
En este escenario, estoy convencida que la comunicación interna es más necesaria que nunca.
Así que la invitación es a seguir siendo actores, desde la comunicación interna, del cambio que Chile necesita.
Susana Cáceres G.
Socia Directora
¿Qué tiene que decir la Comunicación Interna sobre esta crisis en Chile?
Somos comunicadores que trabajan para los trabajadores de nuestros clientes y, en ese sentido, en este momento crítico tenemos la responsabilidad de comunicar oportunamente y apoyar a las empresas en la comunicación de sus acciones y medidas, con foco en el cuidado y preocupación por las personas.
Toda empresa o institución debe tener (previo a cualquier crisis) su Protocolo y Comité de Crisis. Es clave ponerlo de inmediato en funcionamiento y regirse por sus lineamientos.
En tiempos de crisis es clave comunicar. Si no hablamos, alguien hablará por nosotros. Y, ¿qué están comunicando las empresas hoy?
1.- Chile está enfrentando una situación compleja. No podemos abstraernos de esto y es clave que en primer lugar la comunicación interna se haga cargo de la seguridad de los trabajadores. Flexibilidad horaria, trabajo remoto, transporte especial, en casos que aplique. Es decir, comunicar todas las medidas que se está tomando, con focos claros y plazos definidos.
Nuestros colaboradores tienen que saber que son lo más relevante y que lo primero es su seguridad. Por supuesto, es clave ser coherentes entre lo que se dice y se hace como organización.
2.- Líderes comprometidos. Los líderes son comunicadores siempre (tomen o no su rol) y en situaciones de crisis deben estar alineados con la visión organizacional de crisis de la organización y comunicando efectivamente a sus equipos. Son quienes tienen más credibilidad organizacional y están más cerca de las personas.
3.- Recursos Humanos. El área de personas debe estar atento al estado de las personas a lo largo del país y ser garante de las comunicaciones institucionales, para dar tranquilidad a los equipos y proporcionar la información y seguridad requerida por ellos.
4.- Continuidad Operacional. Las empresas requieren seguir operando; son relevantes en la situación futura del país. Por eso, comunicar las medidas de seguridad para resguardar los centros de trabajo y conocer claramente cómo funcionarán, es fundamental.
5.- Comité de crisis. En tiempos de crisis las noticias están en desarrollo, por eso el Comité de crisis (que debe estar en funcionamiento) debe tener entre sus integrantes al encargado de Comunicación Interna, para estar alineados entre lo que decimos dentro y fuera de la organización; y actuar ágilmente.
¿Y cuál es la mirada de futuro?
Chile no será el mismo. Y nuestras empresas tienen que mirar al futuro. Naciones Unidas definió el 25 de septiembre de 2015 un conjunto de objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todoscomo parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible. ¿Qué estamos haciendo desde las empresas en este sentido?
Reflexionemos y desarrollemos acciones que apunten a un desarrollo igualitario, tal como lo pide el objetivo 10: Reducción de las desigualdades.
La comunicación interna también es acción, humanidad, sustentabilidad y, por sobre todo, preocupación por nuestras personas.
Seguimos comunicados,
Susana Cáceres G.
Socia Directora
¿Cómo afecta el Proyecto de Ley de Protección de Datos Personales a la comunicación interna?
Se espera que este año se apruebe la ley que regula la protección de datos personales y para la cual – desde las áreas de comunicaciones internas – debemos estar preparados.
Hoy nuestros datos están en todas partes. Cada vez que hacemos una compra por Internet, entramos al banco desde nuestro celular o publicamos algún comentario en una red social, nuestra información va quedando en manos de terceros.
De alguna manera lo sabemos, pero no necesariamente estamos al tanto de las consecuencias ni sabemos cómo protegernos.
Actualmente en Chile se tramita un proyecto de ley para regular este tipo de situaciones, que puede quedar aprobado este año y que pretende tener una legislación más fuerte al respecto, además de crear la Agencia de Protección de Datos Personales.
¿Cómo impacta esto a la comunicación interna?
Con la transformación digital, nuestros medios se están modernizando. Usamos redes sociales, aplicaciones, sistemas de envío de mailing con trazabilidad y big data e intranets con analitics. Todo esto es fantástico para nuestra medición interna, efectividad y espacios de comunicación colaborativa. Sin embargo, en este contexto ¿cómo nos puede impactar la futura ley?
Debemos tener claro qué tipo de información tenemos de nuestros colaboradores, cómo la utilizamos y cuáles son las medidas de seguridad para resguardar esos datos. Prepararnos es clave.
Otro tema relevante es si necesitamos su consentimiento para utilizar sus datos o si una relación contractual garantizará la autorización expresa; este será un tema por considerar para nuestras acciones comunicacionales.
Seamos proactivos y adelantémonos, preparándonos con nuestras áreas de TI y Legal para dar cumplimiento a las normativas que vienen, resguardar la seguridad de los datos de nuestros colaboradores y empresa, y seguir siendo efectivos en la comunicación bidireccional que debemos lograr.
Sigamos comunicados,
Susana Cáceres G.
Socia Directora
Hablemos de Transformación
Nuevas condiciones en el mercado y en las personas están generando cambios en las decisiones y estrategias de las organizaciones. Los consumidores, clientes, colaboradores y stakeholders se toman un escenario que antes no ocupaban y las empresas tienen que comenzar rápidamente – por más exitosas que sean- a entender los nuevos fenómenos y prepararse para ese nuevo y desafiante escenario.
Esta es una palabra que hemos escuchado en reiteradas ocasiones el año 2017 y seguirá siendo parte de nuestro vocabulario de aquí en adelante: Transformación.
Transformación cultural, transformación digital, transformación del negocio, etc., lo cual conlleva necesidad de colaboración, innovación y gestión del cambio. Y que significa – sin lugar a duda- personas definiendo y asumiendo una nueva manera de hacer las cosas.
La frase “el cambio es lo único permanente” la tenemos ya instalada. Sin embargo, cuando las organizaciones se plantean una transformación, no estamos hablando de cambios aislados al interior de la empresa, sino de cambiar la manera de hacer negocios, cambiar la estrategia, redefinir una cultura que esté en sintonía con ésta y dar respuesta a escenarios externos e internos cada vez más complejos. He escuchado en muchas organizaciones la pregunta: “¿para qué cambiar, si nos va bien?”. La respuesta es: el éxito actual no nos asegura que seremos exitosos en el futuro y el cambio o transformación ya no es opcional.
¿Qué elementos están en juego cuando hablamos de transformación?
En primer lugar, el contexto, que es el principal gatillador de la transformación de las organizaciones. Los cambios en los entornos de las empresas han generado la necesidad de nuevas formas de relacionarse con sus stakeholders en general, de vender, de comprar, de comunicar sus productos o servicios, de competir e incluso de organizarse internamente.
Los consumidores son cada vez más exigentes e informados. La relación de poder entre la empresa y sus clientes ha cambiado notoriamente. Es un poder que comenzó de manera silenciosa y que ha estructurado una nueva hegemonía en el mercado, desde las redes sociales hasta las demandas colectivas. “Cuanto más poderoso sea el poder, con más sigilo opera”, explica el filósofo coreano Byung Chul Han en su libro Sobre el poder.[1] Y así es esta fuerza que ha remecido las bases del comercio tradicional: necesidad de información transparente y ágil, compras online, transacciones bancarias en línea, exigencia cumplimiento de compromisos y etiquetados, sustentabilidad, compromiso medioambiental, felicidad organizacional, flexibilidad, entre otros aspectos.
Pero no sólo hablamos del “mercado”, sino también de otras relaciones y procesos. La forma de educar también cambió, de informarse, de tener relaciones sociales, de jugar.
Mantener contento a este nuevo consumidor con este contexto es más complejo y competir en estas condiciones, más rudo.
Estas mismas condiciones y cambios en las personas han desarrollado la necesidad de una transformación digital de nuestras industrias. Que, aunque lo parezca, no se trata de más y mejor tecnología, aunque está presente en el cambio. Es una nueva forma de trabajo en las organizaciones y de relación con sus públicos de interés. Es una relación colaborativa y con otras reglas. De hecho, la metodología ágil, que está apalancando estos procesos en las empresas, es una forma diferente de generar nuevos productos y servicios, de diseñar y mejorar procesos y de desafiar la realidad actual, centrándose en el usuario y sin la estructura de liderazgo tradicional a la cual las organizaciones estaban acostumbradas.
Y la transformación digital llegó para quedarse, crecer y avanzar. De hecho, se piensa que la asistente digital Alexa de Amazon prontamente pueda generar trasferencias bancarias y no olvidemos al bitcoin o la versión chilena chaucha que están causando sensación entre los inversionistas más jóvenes.
Y no podemos obviar que estos usuarios, consumidores y clientes cada vez más exigentes, también trabajan y están haciendo cambiar a las organizaciones desde adentro. No sólo porque hay que ser ágiles para responder a los cambios externos, sino porque mis colaboradores son también digitales, millennials y piden transparencia y nuevas formas de ser empresa, apuntando a un clima laboral grato, flexibilidad horaria y nuevos beneficios.
En una charla que dicté para estudiantes de posgrado sobre comunicación interna y generaciones, una asistente, representante de la generación X, manifestó su molestia por esta generación mimada (millennials) que todo quieren. “Nosotros queremos lo mismo que ellos, ¿porque a ellos hay que cumplirles’”. Y aquí viene nuevamente la correlación de poder. Porque los Y lo exigen, sin hacer grandes atisbos, si no con decisiones claras: se van si no les gusta. He ahí la diferencia con las otras generaciones cuya necesidad de estabilidad (formaron familia tempranamente) es muy distinta. Nos dice Byung Chul Han: “…hay que tener en cuenta la múltiple dialéctica del poder. El modelo de poder jerárquico, según el cual el poder se irradia simplemente de arriba hacia abajo, no es dialéctico. Cuanto más poder tenga un soberano, tanto más requerirá, por ejemplo, del consejo y de la colaboración de los subordinados”.[2]
Pero no son solo cambios generacionales son los que impactan internamente. La diversidad en general está marcando una nueva forma de ser organización. Inclusión de más mujeres en ámbitos de decisión, diversidad sexual, discapacidad, etnias y nacionalidades distintas. Somos reflejo del mundo global, eso es innegable.
Todos estas condicionantes exigen organizaciones más innovadoras que son capaces de adelantarse y de renovarse rápidamente, incluso de cambiar el rumbo. Todo es agilidad. Y para poder innovar necesitamos generar una nueva cultura interna, con la posibilidad y permiso para equivocarse. Nada sencillo en las organizaciones tradicionales, en donde errar es causal de despido.
¿Y qué tiene que ver esto con comunicación interna?: ¡Todo!
Generar una cultura propicia para la transformación y dar respuesta a estas necesidades organizacionales (y ahora ya!) no es algo trivial. El compromiso de los colaboradores en estos procesos es clave y para ello debemos comunicar efectivamente y con participación.
Gestionar el cambio requiere además del activo liderazgo de la alta dirección y de las distintas jefaturas de la organización. Su adhesión y acción concreta genera coherencia e impulsa el cambio.
Generar una transformación en una empresa es una tarea de largo aliento. La estrategia que la organización ha definido debe ser la base de una estrategia comunicacional que se haga cargo de los impactos de cambio según audiencia, minimizando éstos y convirtiéndolos en una oportunidad.
La resistencia a la pérdida que genera el cambio es algo inevitable y la única forma de generar transformaciones efectivas es que el relato organizacional incluya a todos, genere participación y sea coherente con la cultura y la estrategia de la empresa.
Las personas se subirán a este proceso si se sienten consideradas y si entiende el porqué del cambio; y – sobre todo- si ven a los jefes trabajando coherentemente por el proceso.
Por ello la estrategia de comunicación se debe crear con las personas. Debe cocrearse e iterarse con las audiencias para probar y ratificar que sea efectiva. Recordemos que la correlación de fuerzas ha cambiado y los “públicos” internos, empoderados y críticos, no son meros receptores de comunicación, son actores con poder definido.
Lo que no podemos hacer, de ninguna manera, es vivir un cambio organizacional sin una estrategia y plan comunicacional. Es como comenzar un viaje con la nave averiada.
Seguimos comunicados,
Susana Cáceres G.
Socia Directora
[1] Sobre el poder. Byun Chul Han. Editorial Herder, España, 2016. Pag. 11.
[2] Sobre el poder. Byun Chul Han. Editorial Herder, España, 2016. Pag. 17.