“Generación Y a la chilena” o, cómo es el lugar de trabajo ideal de un joven Y en Chile
El 11 y 12 de octubre de 2018 en Santiago y Concepción, respectivamente, lanzaré el libro que toma este estudio realizado por Internal con jóvenes millennials en distintas ciudades de Chile.
Desde el año 2015, cuando realizamos el primer estudio sobre millennials en Chile[1], he seguido interiorizándome sobre el desafío de la convivencia de las distintas generaciones dentro de una empresa u organización.
Así surgió la idea de hacer un estudio cualitativo, generando conversaciones con jóvenes Y chilenos de distintas regiones del país. ¡Y lo hicimos! El año 2017 realizamos entrevistas con millennials trabajadores de distintos rubros, tanto en roles profesionales como en roles operativos, con el objetivo de conocer más sobre estos jóvenes que el 2025 representarán el 75% de la fuerza laboral de Chile.
En las conversaciones buscamos identificar cómo era el lugar de trabajo ideal de estos trabajadores, desde la perspectiva de:
- Comunicación interna
- Propuesta de valor al empleado
- Compromiso
- Cultura organizacional
- Clima laboral
- Responsabilidad social
- Liderazgo
- Employer branding
- Motivaciones y mirada de futuro
Fue muy interesante levantar esta información, con el apoyo del equipo Internal, que participó en la realización de entrevistas y en el procesamiento de éstas.
En octubre estaremos lanzando un libro con los hallazgos de este estudio, con el apoyo de la Universidad del Desarrollo, tanto en Santiago, como en Concepción.
Les dejo parte de la introducción del libro:
Caerse de la silla
Cuando comencé a asesorar empresas en comunicación interna, en el año 2011, sostuve muchas conversaciones con gerentes, subgerentes y jefes de área sobre las distintas problemáticas que aquejaban a las organizaciones.
Fue entonces que la Generación Y se convirtió en uno de los temas recurrentes de estas reuniones. “Estos chicos no tienen compromiso, no se quedan ni un minuto después de la hora de trabajo”, se quejaba un gerente de recursos humanos; “les pido que se queden 5 o 10 minutos para una reunión y me dicen que tienen que ir a clase de yoga”, me indicaba una enfermera, jefa de un gran hospital.
En ese entonces, estos “cabros chicos” (que hoy tienen entre 18 y 35 años), como les decían, ya estaban complicando la gestión de personas de distintas organizaciones y estaban generando un dolor organizacional. ¿Qué pasa con esta generación – pensé – que pronto será parte importante de la fuerza laboral de nuestro país?
Me puse de cabeza a leer e investigar cuanta información se encontraba disponible. Mucho de Estados Unidos y de España, poco o nada de América Latina.
Así surgió la idea de tener un sitio web que hablara sobre estos temas, sobre estos jóvenes trabajadores que estaban irrumpiendo en los ambientes de trabajo y que aquejaban tanto a las generaciones anteriores. Veteranos, baby boomers y generación X estaban siendo impactados por ellos.
La idea de Generacionin.com fue canalizar información y dar cabida a lo que pensaban los representantes Y. Los entrevistamos y generamos paralelos entre sus respuestas y las de otros profesionales de otras generaciones.
El objetivo era comprender a nuestra generación Y, la chilena, la que había nacido en o después de la dictadura militar, la que vivía en el país más austral del mundo, la que sabía de terremotos.
En esos años, conversando con un subgerente de una empresa industrial, nos dimos cuenta que en un tiempo más esta generación representaría a la mayor parte de los trabajadores de las empresas chilenas; lo que no le hacía ninguna gracia a este ejecutivo, quien tenía grandes diferencias con esta atrevida generación. “Seguro que un joven de esta generación será tu jefe en poco tiempo más”, le dije. Fue en ese momento que casi se cae de la silla de la impresión… “Es verdad”, me contestó, con cara de una jaqueca inminente.
¿Eran tan nocivos estos jóvenes?, ¿cuál es el potencial de esta nueva generación?, ¿qué esperan de sus jefes o de sus entornos laborales? Todas estas preguntas me seguían dando vuelta.
Si quieres participar en el lanzamiento puedes ver detalles en este archivo MAILING lanzamiento libro
Seguimos comunicados,
Susana Cáceres G.
Socia Directora
[1] http://internal.cl/wp-content/uploads/2017/09/3-Estudio-Generacio%CC%81n-Y-2015.pdf
Hablemos de Transformación
Nuevas condiciones en el mercado y en las personas están generando cambios en las decisiones y estrategias de las organizaciones. Los consumidores, clientes, colaboradores y stakeholders se toman un escenario que antes no ocupaban y las empresas tienen que comenzar rápidamente – por más exitosas que sean- a entender los nuevos fenómenos y prepararse para ese nuevo y desafiante escenario.
Esta es una palabra que hemos escuchado en reiteradas ocasiones el año 2017 y seguirá siendo parte de nuestro vocabulario de aquí en adelante: Transformación.
Transformación cultural, transformación digital, transformación del negocio, etc., lo cual conlleva necesidad de colaboración, innovación y gestión del cambio. Y que significa – sin lugar a duda- personas definiendo y asumiendo una nueva manera de hacer las cosas.
La frase “el cambio es lo único permanente” la tenemos ya instalada. Sin embargo, cuando las organizaciones se plantean una transformación, no estamos hablando de cambios aislados al interior de la empresa, sino de cambiar la manera de hacer negocios, cambiar la estrategia, redefinir una cultura que esté en sintonía con ésta y dar respuesta a escenarios externos e internos cada vez más complejos. He escuchado en muchas organizaciones la pregunta: “¿para qué cambiar, si nos va bien?”. La respuesta es: el éxito actual no nos asegura que seremos exitosos en el futuro y el cambio o transformación ya no es opcional.
¿Qué elementos están en juego cuando hablamos de transformación?
En primer lugar, el contexto, que es el principal gatillador de la transformación de las organizaciones. Los cambios en los entornos de las empresas han generado la necesidad de nuevas formas de relacionarse con sus stakeholders en general, de vender, de comprar, de comunicar sus productos o servicios, de competir e incluso de organizarse internamente.
Los consumidores son cada vez más exigentes e informados. La relación de poder entre la empresa y sus clientes ha cambiado notoriamente. Es un poder que comenzó de manera silenciosa y que ha estructurado una nueva hegemonía en el mercado, desde las redes sociales hasta las demandas colectivas. “Cuanto más poderoso sea el poder, con más sigilo opera”, explica el filósofo coreano Byung Chul Han en su libro Sobre el poder.[1] Y así es esta fuerza que ha remecido las bases del comercio tradicional: necesidad de información transparente y ágil, compras online, transacciones bancarias en línea, exigencia cumplimiento de compromisos y etiquetados, sustentabilidad, compromiso medioambiental, felicidad organizacional, flexibilidad, entre otros aspectos.
Pero no sólo hablamos del “mercado”, sino también de otras relaciones y procesos. La forma de educar también cambió, de informarse, de tener relaciones sociales, de jugar.
Mantener contento a este nuevo consumidor con este contexto es más complejo y competir en estas condiciones, más rudo.
Estas mismas condiciones y cambios en las personas han desarrollado la necesidad de una transformación digital de nuestras industrias. Que, aunque lo parezca, no se trata de más y mejor tecnología, aunque está presente en el cambio. Es una nueva forma de trabajo en las organizaciones y de relación con sus públicos de interés. Es una relación colaborativa y con otras reglas. De hecho, la metodología ágil, que está apalancando estos procesos en las empresas, es una forma diferente de generar nuevos productos y servicios, de diseñar y mejorar procesos y de desafiar la realidad actual, centrándose en el usuario y sin la estructura de liderazgo tradicional a la cual las organizaciones estaban acostumbradas.
Y la transformación digital llegó para quedarse, crecer y avanzar. De hecho, se piensa que la asistente digital Alexa de Amazon prontamente pueda generar trasferencias bancarias y no olvidemos al bitcoin o la versión chilena chaucha que están causando sensación entre los inversionistas más jóvenes.
Y no podemos obviar que estos usuarios, consumidores y clientes cada vez más exigentes, también trabajan y están haciendo cambiar a las organizaciones desde adentro. No sólo porque hay que ser ágiles para responder a los cambios externos, sino porque mis colaboradores son también digitales, millennials y piden transparencia y nuevas formas de ser empresa, apuntando a un clima laboral grato, flexibilidad horaria y nuevos beneficios.
En una charla que dicté para estudiantes de posgrado sobre comunicación interna y generaciones, una asistente, representante de la generación X, manifestó su molestia por esta generación mimada (millennials) que todo quieren. “Nosotros queremos lo mismo que ellos, ¿porque a ellos hay que cumplirles’”. Y aquí viene nuevamente la correlación de poder. Porque los Y lo exigen, sin hacer grandes atisbos, si no con decisiones claras: se van si no les gusta. He ahí la diferencia con las otras generaciones cuya necesidad de estabilidad (formaron familia tempranamente) es muy distinta. Nos dice Byung Chul Han: “…hay que tener en cuenta la múltiple dialéctica del poder. El modelo de poder jerárquico, según el cual el poder se irradia simplemente de arriba hacia abajo, no es dialéctico. Cuanto más poder tenga un soberano, tanto más requerirá, por ejemplo, del consejo y de la colaboración de los subordinados”.[2]
Pero no son solo cambios generacionales son los que impactan internamente. La diversidad en general está marcando una nueva forma de ser organización. Inclusión de más mujeres en ámbitos de decisión, diversidad sexual, discapacidad, etnias y nacionalidades distintas. Somos reflejo del mundo global, eso es innegable.
Todos estas condicionantes exigen organizaciones más innovadoras que son capaces de adelantarse y de renovarse rápidamente, incluso de cambiar el rumbo. Todo es agilidad. Y para poder innovar necesitamos generar una nueva cultura interna, con la posibilidad y permiso para equivocarse. Nada sencillo en las organizaciones tradicionales, en donde errar es causal de despido.
¿Y qué tiene que ver esto con comunicación interna?: ¡Todo!
Generar una cultura propicia para la transformación y dar respuesta a estas necesidades organizacionales (y ahora ya!) no es algo trivial. El compromiso de los colaboradores en estos procesos es clave y para ello debemos comunicar efectivamente y con participación.
Gestionar el cambio requiere además del activo liderazgo de la alta dirección y de las distintas jefaturas de la organización. Su adhesión y acción concreta genera coherencia e impulsa el cambio.
Generar una transformación en una empresa es una tarea de largo aliento. La estrategia que la organización ha definido debe ser la base de una estrategia comunicacional que se haga cargo de los impactos de cambio según audiencia, minimizando éstos y convirtiéndolos en una oportunidad.
La resistencia a la pérdida que genera el cambio es algo inevitable y la única forma de generar transformaciones efectivas es que el relato organizacional incluya a todos, genere participación y sea coherente con la cultura y la estrategia de la empresa.
Las personas se subirán a este proceso si se sienten consideradas y si entiende el porqué del cambio; y – sobre todo- si ven a los jefes trabajando coherentemente por el proceso.
Por ello la estrategia de comunicación se debe crear con las personas. Debe cocrearse e iterarse con las audiencias para probar y ratificar que sea efectiva. Recordemos que la correlación de fuerzas ha cambiado y los “públicos” internos, empoderados y críticos, no son meros receptores de comunicación, son actores con poder definido.
Lo que no podemos hacer, de ninguna manera, es vivir un cambio organizacional sin una estrategia y plan comunicacional. Es como comenzar un viaje con la nave averiada.
Seguimos comunicados,
Susana Cáceres G.
Socia Directora
[1] Sobre el poder. Byun Chul Han. Editorial Herder, España, 2016. Pag. 11.
[2] Sobre el poder. Byun Chul Han. Editorial Herder, España, 2016. Pag. 17.
Comunicando la Propuesta de Valor al Empleado
A propósito de la puesta en marcha de la reforma laboral, el pasado 1 de abril, cada vez se hace más necesario dar visibilidad a la oferta que la organización tiene para sus colaboradores.
¿Qué nos hace permanecer en un lugar de trabajo?, ¿qué es lo que más valoramos de nuestra empresa?, ¿saben los empleados claramente cuál es la recompensa total que la organización les ofrece?
Cuando hablamos de propuesta u oferta de valor al empleado, hablamos de todos aquellos aspectos que son valorados por un trabajador y que genera compromiso en él.
Esta oferta no se centra sólo en beneficios, aunque son claves, sino que abarca los distintos aspectos con que una empresa u organización puede generar engagement. Entre ellos tenemos:
Beneficios y Compensaciones: estas consideran remuneraciones básicas, remuneraciones por desempeño, todo tipo de beneficio, participación en utilidades, bonos, etc.
Ambiente Laboral: el clima laboral es un factor clave hoy – sobre todo para las nuevas generaciones- de valoración empresarial. Un mejor clima es una diferenciación entre una y otra organización y de acuerdo a ello también es un elemento de oferta de valor.
Calidad de Vida: todas aquellas acciones que contribuyen a que un colaborador se sienta más a gusto en su trabajo, equilibrando además su vida personal. Considera permisos especiales, flexibilidad horaria (desfase de ingreso y salida), trabajo remoto, entre otros.
Posibilidades de Desarrollo: aquí la capacitación, programas de talento, pasantías, becas de estudio, movilidad interna, son claves. Los colaboradores valoran cada vez más la posibilidad de potenciar su carrera y es parte de la oferta de una organización.
Reconocimiento: este es otro factor que genera compromiso interno y que se considera parte de la oferta de valor. Los programas que generan agradecimiento o retribución a los trabajadores son portadores de cultura y contribuyen a que cada uno se siente considerado.
Identidad: la identidad, propósito y valores organizacionales hoy también son parte de la propuesta de valor, porque -sobre todo los millennials- las personas quieren trabajar en organizaciones consecuentes, que compartan sus propios valores y que tengan un objetivo superior, más allá de su crecimiento económico.
Marca e Imagen Externa: la posición de la empresa en el mercado y la valoración de su marca son sin duda una oferta al trabajador. Esto se incrementa hoy con la reputación de marca, a través de las acciones de empresa como ciudadano responsable, que las nuevas generaciones cada vez valoran más al momento de permanecer o postular a una organización.
Comunicar la Oferta de Valor
En cada ámbito mencionado, la organización tiene algo que entregar y proponer. Sin embargo, en la mayoría de los casos no hay conciencia de esta propuesta o, si lo hay, no está definida o estructurada y mucho menos está comunicada.
Si no damos visibilidad a esta recompensa total, es muy difícil que un colaborador se comprometa con su empleador o que tome decisiones informadas antes de optar, por ejemplo, por otro trabajo.
Es necesario levantar qué es lo que más valora un colaborador de su empresa, construir una propuesta clara y estructurada y, por supuesto, comunicarla. No olvidemos que lo que no se comunica no existe, es decir, podemos ser la mejor empresa para trabajar, pero si mis colaboradores no se enteran esa “verdad” no existe.
Ante los cambios en la legislación laboral, generar la visibilidad de estos aspectos es clave para que los trabajadores conozcan y comprendan cuál es la propuesta existente en su empresa y cuáles son los beneficios tangibles que ésta ofrece.
Cambios en la Reforma laboral
Desde el 1 de abril, la legislación laboral sufrió una serie de cambios y las empresas están mirando cómo éstos impactan en sus relaciones laborales.
Cambios como el no reemplazo en huelga, la incorporación del piso mínimo en la negociación, definición de servicios mínimos, las opciones de descuelgue en huelga, prácticas antisindicales y desleales de ambas partes, son algunos de los cambios que estarán presentes en las negociaciones laborales que se realicen desde abril en adelante.
Los mecanismos de solución de controversias, que se pueden acordar entre el sindicato y el empleador, es otro de los aspectos nuevos y que fomenta la comunicación fluida entre los estamentos para no tener que llegar a Tribunales de Justicia o a la Inspección del Trabajo.
Establecer un plan de comunicación con el sindicato y sus representantes es clave, al igual que generar un plan que informe a la organización los procesos que se están viviendo durante la negociación. No olvidemos, además, la necesidad de generar un plan en caso de crisis.
Susana Cáceres G.
Socia Directora
¿Cuáles serán los principales desafíos para la Comunicación Interna el 2017?
La planificación de un nuevo año, implica definir los focos comunicacionales de cada organización y cómo éstos apuntan al logro del propósito corporativo. La invitación es a imprimir una mirada cada vez más estratégica a nuestra disciplina.
Aprendizaje y Desarrollo, Cultura y Engagement, y Desarrollo de Liderazgo son las principales preocupaciones de las áreas de Recursos Humanos para el año que inicia. Ello según el estudio Tendencias de Recursos Humanos realizado el año 2016 por la Sociedad Chilena de Gestión de Personas, Fundación Chile y la Facultad de Psicología de la Universidad del Desarrollo.
Los otros aspectos que siguen en nivel de importancia, son: Diseño Organizacional, Equilibrio Vida Laboral/Personal y Felicidad Organizacional.
Estos ámbitos de gran relevancia, también indican una brecha con la preparación para enfrentar dichos desafíos. “Al contrastar cada ámbito o tema según los niveles de importancia y preparación reportados por los ejecutivos, se puede apreciar que aquellos que poseen una mayor brecha son la Cultura Organizacional y Engagement, el Desarrollo del Liderazgo y Felicidad Organizacional”[1]
Es interesante contrastar estas preocupaciones con los que se plantean los comunicadores internos chilenos, que respondieron esta pregunta en la 5ta Encuesta de Comunicación Interna Chile, 2016, desarrollada por la Consultora Internal. No olvidemos que la mayoría de las áreas de gestión de la comunicación interna, en nuestro país, están insertas dentro de Recursos Humanos (45,1 % en 2016; 48,3 % el 2015).[2]
Para el 2017, según los encuestados, los principales focos comunicacionales de las organizaciones serán Compromiso (57,7 %), Cultura Organizacional (55,9 %) y Gestión del Cambio (53,2 %), seguidos por Seguridad y Propuesta de Valor al Empleado.
En cuanto a los objetivos principales que debe cumplir la Comunicación Interna, las tres opciones más seleccionadas por los encuestados fueron Fortalecer la cultura organizacional (89,8%), Lograr el alineamiento estratégico (88,1%) e Informar (71,2%).
Nos queda claro que el desafío de apalancar la Cultura Organizacional y generar Compromiso en los colaboradores, será lo que nos demandará más energía para el año que comienza.
Cultura Organizacional
La cultura organizacional se entiende hoy como una ventaja competitiva de las organizaciones. Es un baluarte que se gestiona, apalanca y comparte a través de estrategias de comunicación interna.
Cuando tenemos la cultura bien asentada, podemos desarrollar proyectos, cambios, tomar decisiones y dar posibilidades de innovación con mayor apertura, pero con un marco conocido y compartido.
La Cultura Organizacional nos da las bases de quiénes somos como organización, de cuáles son los valores que nos sustentan y de cómo hacemos las cosas. También están incluidos los ritos e hitos de la organización, el lenguaje y estilo de la comunicación.
Es lo mismo que nos sucede en el entorno familiar: ¿cuáles son los valores que jamás transaríamos, porque son aquellos que nos inculcaron en nuestro hogar?, ¿cuál es el marco ético en que nos movemos?
Cuando uno ingresa a un nuevo lugar de trabajo, se da cuenta de ciertas formas de hacer las cosas que son características de la empresa, que para los que están ya hace un rato trabajando, son obvias. Esas prácticas se van asentando a través de la comunicación y del modelamiento de los líderes. Lo importante es que esas prácticas que se transmiten sean las que la organización desea, siendo una decisión consciente y no casualidad.
Ahí está la importancia de generar un relato corporativo, potente, sencillo, compartido y coherente, que genere acción desde nuestras creencias. Debe ser una base para desarrollar conductas esperadas y prácticas acordes a nuestros valores.
Entre los aspectos a tener en cuenta cuando hablamos de comunicar la Cultura Organizacional, están:
- Propósito organizacional
- Visión, misión, valores
- La historia de la organización
- La identidad
- Estilos de liderazgo
- Hitos, ritos, prácticas y hábitos organizacionales
- Estructura organizacional
Compromiso
El compromiso podría definirse como el nivel de identificación con la organización, el esfuerzo discrecional (desempeño) y la intención de permanecer, que exhiben los empleados en virtud de la combinación de experiencias pasadas, eventos presentes y expectativas sobre el futuro dentro de su organización.[3]
El impacto del engagement en los resultados de los negocios está siendo demostrado de manera efectiva y con indicadores claros, por varias consultoras internacionales que realizan estudios a nivel mundial. Por ello, muchas empresas están midiendo estas variables en los lugares de trabajo, para generar planes de acción y así lograr un mejor ambiente de compromiso para sus colaboradores. Es decir, que los colaboradores hablen bien de su organización; que quieran permanecer en ella; y que quieran dar un aporte extra para el desempeño de ésta.
De hecho, el 70% de los líderes empresariales cree que el engagement es esencial para su negocio.[4] En el mismo estudio se expone que el engagement tiene una importancia crítica para mejorar los resultados de los colaboradores, de hecho explica un 46% de la variación del desempeño.[5]
¿Comunicar impacta en el compromiso?
La comunicación efectiva es uno de los impulsores de engagement, sobre todo si ésta proviene de un líder de la organización. Los impulsores son generadores de compromiso, pero muchas veces son sólo un peak y después decaen. Eso ocurre por ejemplo con los siguientes impulsores de aceleración que, si no se sustentan o sistematizan, caen rápidamente en la generación de compromiso.
Impulsores de aceleración que tienen un decaimiento rápido:
⇢ Agradecimiento del gerente
⇢ Comunicación inspiradora de un líder senior
⇢ Comunicación de la organización
⇢ Comunicación inspiradora del gerente
Por ello hay que generar constancia en este tipo de comunicaciones. No puede ser una acción aislada, sino que se requiere una estrategia sistemática con los líderes de la organización. Es decir, parte de un plan bien estructurado de comunicación interna.
Invitación para el 2017
La Comunicación Interna ya ha dado muestras de la agregación de valor que tiene para que las organizaciones crezcan y mejoren sus números, con colaboradores más comunicados y felices. El rol de nosotros, comunicadores internos, es gestionarla de manera estratégica y potenciar las capacidades de cada organización y de sus personas.
La invitación está hecha. Vamos por un 2017 más y mejor comunicado, con foco en el propósito y en la estrategia. Los desafíos ya están planteados.
Sigamos escribiendo la historia de esta joven disciplina.
Susana Cáceres G.
Socia Directora
[1] Estudio de Tendencias de Recursos Humanos, 2016. Sociedad Chilena de Gestión de Personas, Fundación Chile y Facultad de Psicología UDD.
[2] Los resultados de la 5ta Encuesta de Comunicaciones Internas, Chile 2016, serán compartidos públicamente durante la segunda quincena de enero de 2017.
[3] CEB HR Leadership Council. https://www.cebglobal.com/exbd/human-resources/smb-hr/ services.page
[4] Encuesta de investigación CLC, Engagement Survey 2010, Base 11.063 colaboradores y 354 ejecutivos RRHH. CEB HR Leadership Council.
[5] Idem.
Congreso Iberoamericano: Una Verdadera Fiesta para la Comunicación Interna
Concretar la realización del Primer Congreso Iberoamericano de Comunicación Interna en Chile este año, fue un tremendo desafío.
Era un anhelo de hace años, que fue antecedido por los Encuentros Anuales de Comunicación locales realizados en 2014 y 2015 y que fueron dando cuerpo a la idea de generar una instancia más grande para compartir sobre las experiencias y preocupaciones de los comunicadores internos, además de conocer casos prácticos.
Fue fundamental para este logro contar con una red de comunicadores a nivel regional, con un fin común: generar instancias para que la comunicación interna siga creciendo.
Por eso conformamos un Comité Organizador con vocación de trabajo en equipo y colaboración, compuesto por Jaime Alfaro (Perú), Úrsula Franco (Perú), Alejandra Rivera (Perú), Maximiliano Bilella (Argentina), Gabriel Patrizzi (Venezuela), Yanyn Rincón (Colombia) y Susana Cáceres (quien escribe, de Chile).
Además, fue clave contar con el apoyo de Asociaciones de Comunicación de toda la Región y, por supuesto, #DialogusCI.
Ser el país anfitrión consideró una ardua labor, que significó casi un año de trabajo. ¡¡Debo decir que sólo gracias al equipo INTERNAL se logró la gran meta y con creces!! Realmente fue una fiesta para la Comunicación Interna; una fiesta que continuará el 2017 en Lima, en la segunda versión del Congreso.
¿Qué aprendimos?
Que la Comunicación Interna sigue creciendo. Tuvimos cerca de 300 participantes de 10 países, de 130 empresas y organizaciones, compartiendo sobre esta disciplina, que busca hacer más grandes a las organizaciones, a través de personas comprometidas y felices.
Las preocupaciones que más aparecieron en los dos días del Congreso Iberoamericano de Comunicación Interna, fueron: cómo planificar y medir efectivamente nuestras comunicaciones al interior de las organizaciones; cómo comprender y comprometer a los jóvenes de la Generación Y; cómo formar a los especialistas de comunicación interna que se desempeñan y desempeñarán en las organizaciones; cómo impactar con nuevas tendencias a los públicos internos; cómo generar conversaciones valiosas en las empresas y cuál es el rol del líder en este desafío; la transformación cultural y cómo la comunicación interna aporta, entre otros temas.
El 93 % de los participantes señaló que el programa de contenidos era bueno o muy bueno y el 94,3 % dijo que las ponencias que se presentaron fueron buenas o muy buenas. Uno de los aspectos más destacados por los participantes, fue conocer la mirada de expertos de distintos países, para comprender qué está sucediendo en las distintas culturas y cuáles son las prácticas más efectivas. Los casos de empresas fueron altamente valorados, al igual que la mirada de países como México y España.
Nuestro propósito con este Congreso fue mostrar cómo los comunicadores internos estamos agregando valor a las organizaciones, y plantearnos el desafío de seguir aprendiendo, creciendo y compartiendo prácticas para que nuestra gestión sea cada vez más efectiva y certera.
Sin embargo, no debemos olvidar que, si bien nosotros aportamos a la gestión de la comunicación interna, es toda la organización la que comunica. La alta dirección y los líderes tienen un rol fundamental al momento de definir el relato corporativo y el qué y cómo comunicar.
Sigamos apostando por organizaciones más y mejor comunicadas y por colaboradores más felices, que hacen de las empresas, lugares extraordinarios de trabajo.
Pueden ver detalles y más información del Congreso en: www.congresocomunicacioninterna.com
Seguimos comunicados!
Susana Cáceres González
Socia Directora de INTERNAL
Los principales problemas de Comunicación Interna en América Latina
Cuando hablamos de comunicación interna nos referimos a todos los mensajes, conversaciones e información que se generan dentro de una organización.
Por otra parte, cuando pensamos en los problemas que aquejan a las organizaciones de América Latina en relación a la gestión de la comunicación interna, se vislumbran varias temáticas que impactan y que requieren trabajo directo. Veamos aquí las seis principales que hemos observado en nuestra realidad regional y que requieren nuestra atención.
1) Considerar que la comunicación interna también es externa
Solemos olvidar que la comunicación interna puede salir al exterior de la empresa, ya que finalmente la comunicación es una sola y la segmentamos para poder gestionarla. Por ejemplo, los mensajes internos pueden salir a través de los trabajadores que son los primeros embajadores de la marca. La comunicación interna también es comunicación externa.
A su vez, los mensajes que comunicamos externamente también ingresan a nuestra empresa. Los trabajadores ven los medios de comunicación masiva y siguen las redes sociales.
2) Compromiso de la alta dirección
Uno de los grandes problemas, por ejemplo, es que los colaboradores se enteran de decisiones empresariales a través de medios de comunicación, generando gran ruido interno. Por eso los mensajes deben estar alineados y ser comunicados oportunamente al interior de la organización.
Otro problema que observamos en nuestras organizaciones es la falta de compromiso de la alta dirección con el rol de la comunicación interna estratégica.
Podemos generar planes de comunicación realmente potentes y adecuados para la organización, sin embargo, si no tenemos el compromiso de la alta gerencia, esos planes se nos pueden caer.
Y, por otro lado, sin este respaldo, la comunicación interna es simplemente una tarea operativa, que no impacta en el rumbo de la organización y, por tanto, se desaprovecha una valiosa oportunidad de alinear y fidelizar a las audiencias internas.
3) Los líderes no asumen el rol de comunicadores
Los líderes son los principales comunicadores de una organización. Y los colaboradores prefieren la comunicación cara a cara, tanto para recibir como para entregar información; especialmente a través del jefe directo. Sin embargo, los líderes no asumen su rol y la comunicación en cascada no fluye.
4) Los colaboradores no comparten el sueño de la organización
Si los colaboradores no están bien informados sobre el rumbo de la organización, su posición en el mercado o las metas de la empresa, es muy difícil que se comprometan con el sueño de ésta.
Es importante que cada colaborador entienda cómo contribuye desde su rol a cumplir el sueño, qué se espera de él y cómo puede aportar.
Si queremos colaboradores comprometidos, necesitamos hacerlos parte de la organización, para que logren identificar el sentido de su trabajo.
5) Los colaboradores no se sienten escuchados
En la IV Encuesta de Comunicación Interna de Chile, Recic 2015, sólo el 31% de los colaboradores señalaron estar totalmente de acuerdo con la afirmación “Me siento escuchado por mi organización. Mi opinión importa”. Es un tema clave si queremos organizaciones más y mejor comunicadas. Para esto nuevamente requerimos del rol activo de los líderes, sobre todo pensando en la incorporación de la generación “Y” en mayor medida a las empresas que requieren más cercanía, escucha y feedback por parte de sus jefaturas.
6) Nos quedamos sólo en comunicación operativa
Otro problema es que el departamento de comunicación interna se ve sumida en la imagen de ser “el área que envía los mailings internos”. Nos quedamos en la tarea operativa y nos cuesta aportar a la organización en decisiones estratégicas y visión de futuro.
El rol de las comunicaciones internas es estratégico, pero para lograr cumplir esta tarea es necesario ser asesores internos reconocidos y con voz y voto en las esferas de decisión corporativa.
Para cambiar esto lo esencial es partir mirando nuestra gestión y asumir el rol estratégico.
Los invito a mirar sus organizaciones, a conocer a sus colaboradores y a generar planes estratégicos aplicados a su cultura, requerimientos y sueño organizacional. ¡Hacia allá vamos en la Región!
Seguimos Comunicados,
Susana Cáceres G.
Socia Directora
Libro “Comunicación Interna, Pilar de la Estrategia Organizacional”
Este es el título del libro que acabo de lanzar el 10 de mayo en Santiago de Chile. Era una tarea pendiente, para sistematizar más de 20 años de trabajo en esta apasionante disciplina y para seguir compartiendo conocimiento, ya que formar comunicadores es una de mis grandes motivaciones.
En este libro comparto mi experiencia sobre el porqué de la comunicación interna en nuestras organizaciones, cuál es su rol, en qué aporta y qué esperamos de ella.
Una mirada clara del libro es tomar la comunicación con su rol estratégico, es decir, que apalanca la cultura organizacional y genera alineamiento estratégico. Y la necesidad de abordar esta disciplina de manera seria con foco en cada organización y no realizando copy – paste, ya que no es un commodity.
También abordo la problemática del diagnóstico de comunicación interna y la planificación, planteando etapas para el desarrollo de ésta. Y por supuesto las nuevas tendencias que se están desarrollando en Chile y la región.
Quiero agradecer enormemente al Instituto de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile por el apoyo para que este libro saliera a público y al equipo INTERNAL, por su tremendo aporte y pasión por la comunicación. Y, por supuesto, a mis amados hijos Camilo y Rodolfo, que son mi inspiración permanente.
Para adquirir un ejemplar, pueden escribir a internal@internal.cl.
El libro también se lanzará en Concepción y Valparaíso en Chile, además de Perú, Paraguay.
Seguimos comunicados!
Susana Cáceres G.
Socio Director
Congreso Iberoamericano de Comunicación Interna se desarrollará en Chile
Especialistas en comunicación interna de Iberoamérica se darán cita en Santiago de Chile, el 1 y 2 de septiembre de 2016.
Es un gran anhelo cumplido, para seguir compartiendo, aprendiendo y conociendo sobre cómo crece esta disciplina en Chile y en la región.
En este encuentro tendremos temáticas relacionadas con nuevas tendencias, hablando desde la perspectiva teórica y práctica, con casos prácticos y participación de los asistentes, que es siempre fundamental.
Algunos de los temas que trataremos son comunicación en cascada, storytelling, gamification, cultura colaborativa, redes sociales internas, intervenciones, graphic recorder, entre otros.
Pueden descargar el programa aquí: Programa congreso
Y visitar el sitio web para más detalles: www.congresocomunicacioninterna.com
En Facebook: https://www.facebook.com/CongresoIberoamericanoCI/?fref=ts
En twitter: @ConcinIbero
Nos vemos en el Congreso. ¡Una gran oportunidad para seguir haciendo crecer la Comunicación Interna!
Seguimos comunicados,
Susana Cáceres G.
Socia Directora
La Generación Y prefiere la comunicación cara a cara
Conocer y comprender a la Generación Y es uno de las preocupaciones más grandes para los líderes de nuestras organizaciones. ¿Qué los motiva?, ¿tienen compromiso?, ¿qué esperan de las empresas y de sus jefes?, ¿qué prefieren en términos de comunicación?
Estas y otras preguntas motivaron a INTERNAL y a la Sociedad Chilena de Gestión de Personas a realizar el primer Estudio sobre Generación Y en Chile (2014 – 2015), abarcando temáticas sobre Compensaciones, Compromiso y Comunicación Interna. El objetivo era conocer a nuestra Generación Y; a los jóvenes chilenos.
Participaron 2.118 trabajadores que se encuentran entre los 18 y los 30 años de edad, de 25 empresas chilenas.
Una de las conclusiones más interesantes en términos de Comunicación Interna, resultó ser que nuestros jóvenes valoran en primera medida la comunicación cara a cara y cercana con sus jefaturas. Eso derrumba el mito que ve a esta generación sólo comunicada a través de redes sociales y medios tecnológicos.
Estos jóvenes requieren feedback permanente y quieren ser escuchados. ¡La comunicación es clave y mirar a los ojos, la mejor opción!
Además, quisimos saber qué es lo que valoran de las empresas al momento de elegir donde trabajar. En este sentido, la confianza en la marca y el ambiente laboral fueron los más importantes, seguidos por el prestigio y el trabajo en Responsabilidad Social.
Desde el punto de vista de compensaciones, los Y chilenos prefieren en términos de retribución no monetaria, el primer lugar una buena relación con su jefe directo; en segundo lugar, valoran el clima laboral.
Sobre la posibilidad de tomarse un permiso sin goce de sueldo, éste es más valorado por el perfil de trabajador analista/especialista (40%), quienes lo usarían principalmente para aprender otro idioma u otro estudio, en el extranjero. El personal de rol más operativo lo ocuparía en menor medida (26%), pero principalmente para cuidar a un familiar enfermo.
En términos de Compromiso, quisimos saber si estos colaboradores se sentían comprometidos, ya que la visión de esta generación por parte de las empresas es de descompromiso. Y, además, entender qué significaba para ellos el concepto Compromiso. En este sentido, el 95% dijo estar comprometido con su organización. Sobre el significado, el 52% señaló que era “Cumplir con los proyectos que tengo a cargo”; sólo el 1% dijo “Quedarme trabajando hasta tarde”. Esto es clave para entender compromiso con otra mirada; y no la tradicional de las generaciones más adultas.
Finalmente, le dimos a elegir entre 3 opciones de estilo de trabajo. Los resultados fueron bien interesantes:
- 77% “Preferiría un trabajo en el que gane el promedio del mercado, si es que tengo la flexibilidad para realizar mis proyectos personales”.
- 16% “No me importaría ganar menos que el mercado, si es que mi trabajo me apasiona y/o tiene un impacto positivo en las personas”.
- 7% “Preferiría un trabajo en donde gane mucho dinero, incluso más que el mercado, independiente del clima laboral y de si tenga que trabajar muchas horas”.
Notable reflexión en torno al dinero, clima laboral y tiempo libre, para una generación chilena que está marcando cambios significativos en nuestros lugares de trabajo y que nos lleva a repensar las comunicaciones, compensaciones y espacios laborales.
Te invito a ver el informe completo con los resultados en:
http://scgp.cl/Estudios/14895Resultados%20Estudio%20Generaci%C3%B3n%20Y%20(May15).pdf
Seguimos comunicados,
Susana Cáceres G.
Socia Directora