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Planificar la Comunicación Interna en tiempos de incertidumbre
Usualmente, el último trimestre del año estamos mirando nuestra planificación del año que viene. Una planificación que se plantea a uno o dos años y que nos permite organizar nuestros objetivos de comunicación interna, siempre alineados al propósito y a las metas estratégicas de la organización.
Estos últimos meses no ha sido la diferencia. Estamos planificando, pero esta vez en un contexto VUCA (Volátil, con Incertidumbre, Complejo y Ambiguo) aumentado por una pandemia que aún nos acompaña, y de la cual aún no vemos horizonte de término.
Planificar en estos tiempos considera mirar de otra manera nuestros objetivos de comunicación interna, porque claramente nuestras organizaciones también están planificando a menor tiempo, con más posibilidades de cambio y atentos a la crisis.
Ciclos más cortos: El tradicional proceso de diagnosticar, generar estrategia, planificar y medir, debiéramos pensarlo en un horizonte más corto a como lo hacíamos antes. Tal vez bajar a 6 meses, en lugar de un año o dos y/o planificar a un año, sabiendo que podemos tener que redirigir la estrategia y el plan en muy poco tiempo. Por ello, es necesario estar analizando los resultados en ciclos más cortos y mirando el contexto.
Comprensión y análisis del contexto: Nuestro entorno cambió bruscamente hace 7 meses. Y, en el caso de Chile, hace un año con el estallido social. No podemos creer que los meses por venir serán estables y conocidos. Por ello, los comunicadores internos tienen que estar mirando qué pasa fuera de la organización: competencia, crisis en el rubro, preocupaciones globales post pandemia, cambios regulatorios, aspiraciones sociales, entre otros.
Si bien comunicamos al interior de la organización, la comunicación interna y externa tienen cada vez un límite muy difuso, o ya están unidas. Nuestros colaboradores son embajadores de la marca y comunican hacia afuera; y todo lo que pasa en nuestras comunidades, stakeholders, país o a nivel mundial, impacta el quehacer institucional. Debemos ser comunicadores integrales, velando cada vez más por la confianza, credibilidad y reputación de una organización en 360 grados.
Sensemaking: Es muy clave que cuando pasemos una crisis generemos una nueva creación de sentido organizacional, una retrospectiva: qué aprendimos de la crisis. Si bien aún no termina la pandemia, ya es tiempo de sacar algunos aprendizajes y conclusiones sobre la comunicación interna, que además nos permitan planificar para los próximos meses.
Es, además, una forma de escuchar (ya sea a los integrantes del Comité de Crisis, equipo de comunicación, o a una muestra de la organización), que nos permite medir, analizar y volver a planificar, con un entendimiento de la crisis que hemos vivido.
La invitación es a seguir planificando, pero preparándonos para entornos complejos. Eso nos permitirá desaprender y volver a aprender, ser más asesores de nuestras organizaciones y apoyar la toma de decisiones con mirada crítica y estratégica.
Seguimos comunicados,
Susana Cáceres G.
Socia Directora