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¿Cómo comunicar si me acojo a la Ley de Protección al Empleo?
En el contexto de la crisis sanitaria por COVID-19 en Chile, se aprobó una ley promovida desde el Gobierno que ayuda proteger el empleo ante el impacto económico que se está produciendo.
La Ley
Muchas empresas están viendo mermados sus ingresos, porque si bien el distanciamiento social y las cuarentenas han demostrado ser muy eficaces contra la propagación del virus, también ha probado ser nefasto para el desempeño de empresas clave: transporte, hotelería, restaurantes, turismo, servicios en general.
Ante esta situación, la ley permite mantener la relación contractual con el trabajador (evitando los despidos masivos que ya comenzaron), con diferentes modalidades:
- Suspensión temporal de la relación contractual (por paralización por cuarentena o por acuerdo entre empleadores y trabajadores) con ingresos a cargo del seguro de cesantía, manteniendo la relación laboral y pago parcial de cotizaciones.
- Reducción de la jornada laboral, compensando el sueldo a través del seguro de cesantía, manteniendo la relación laboral y pago parcial de cotizaciones.
Cómo lo comunico
El protocolo para tomar esta medida ya está establecido, sin embargo, lo que no está claro es ¿cómo le comunico a mis trabajadores la decisión que estamos tomando como empresa?, y ¿cómo hacerlo de la mejor manera para que no se filtre a la prensa antes que mis colaboradores se enteren?
Aquí algunos consejos para lograr una comunicación transparente y el menor impacto en la organización, sobre todo pensando en si acojo solo un área a la medida de protección del empleo.
- Comunicación con Sindicatos, Federaciones y Asociación de Trabajadores
Claramente esta es una decisión que tendrá un impacto económico en los trabajadores. Sus representantes deben estar informados y conocer el porqué de esta decisión. Mostrar esta evidencia genera transparencia; además, está clara la intención de no cortar la relación contractual con los trabajadores. Esto también debe quedar claro y explicitado.
Como en toda conversación con los representantes sindicales, esto no es solo informativo. Es un diálogo que ayuda a recibir la visión del trabajador y que logra acuerdos mucho más ventajosos para ambas partes. Ese debiera ser el espíritu.
- Comunicación a líderes y en cascada
¿Quién llevará a cabo este acuerdo con el trabajador?, ¿a quién se le preguntará las dudas? La respuesta es: al jefe y en cascada.
Por ello, las jefaturas deben estar claramente informados de las decisiones y protocolos a seguir, sea o no su equipo afectado por la medida.
Si su equipo es afectado, él será quien comunique y debe tener toda la información relevante, un set de preguntas frecuentes y el apoyo de Recursos Humanos para abordar dudas de último minuto.
Si su equipo no es afectado, el jefe debe saber toda la información del proceso, pues recibirá preguntas de un equipo que mantiene incertidumbre sobre su futuro laboral. También debe tener un set de preguntas frecuentes, y algún apoyo de contención a sus subalternos, cuyos compañeros de trabajo están dejando su puesto temporalmente.
La alineación de los mensajes de la jefatura, son claves en estas situaciones. Lo más efectivo en estos casos es utilizar la comunicación en cascada o team briefing, que permite hacer llegar la información rápidamente a las distintas áreas de la organización y recibir feedback y preguntas que nos ayuden a mejorar siguientes procesos comunicacionales.
- Comunicación a quienes serán afectados por esta medida
La comunicación será del jefe en el momento en que sea notificado. Idealmente el jefe debe estar acompañado de un integrante de Recursos Humanos. Y es muy probable que el trabajador quiera comunicarse con su representante sindical.
- Comunicación a quienes no serán afectados por esta medida
Quienes permanecerán con su relación contractual normal, deben comprender claramente por qué se toma esta medida. Se puede comunicar directamente a través de su jefe, alineado y bien informado sobre la decisión y el proceso.
- Comunicación para quienes están en teletrabajo y no serán afectados por la medida
Si parte del equipo está en teletrabajo, la comunicación virtual del jefe será vital para informar, aclarar dudas y contener.
- Comunicación general
Una vez comunicado de manera cuidadosa la decisión a los grupos de interés, se puede generar una información ampliada para toda la organización.
- Coherencia
Si estamos tomando estas medidas es porque realmente las necesitamos para dar continuidad futura a la organización y al empleo de los trabajadores. Por ello, poner mucho cuidado en no tomar medidas como inversiones o compras que generen inconsecuencia en lo que estamos comunicando. Las acciones comunican más que los mensajes y tenemos que ser conscientes y coherentes siempre, y especialmente en tiempos de incertidumbre.
En momentos de crisis, como comunicadores internos tenemos que aportar una comunicación que genere confianza en las relaciones laborales, que sea transparente y que ayude a minimizar los impactos para las personas y para la organización.
Seguimos comunicados, en tiempos de COVID-19 e incertidumbre.
Susana Cáceres G.
Socia Directora
Comunicación Interna en tiempos de COVID-19
Estamos viviendo situaciones extraordinarias y en este escenario necesitamos respuestas extraordinarias, desde los distintos ámbitos de nuestra vida personal y laboral.
La comunicación hoy es clave y requerimos acciones concretas, ágiles y responsables para salir adelante y entender el mundo que viene, que a todas luces nunca volverá a ser la “normalidad” que conocíamos.
Transparencia y mesura informativa
Como comunicadores, estamos llamados a ser un puente de información clara y transparente en tiempos de incertidumbre. No tendremos todas las respuestas, pero en cada organización debemos ser capaces de comunicar las decisiones, cambios de procesos y urgencias que vamos vislumbrando.
Compartir las buenas prácticas entre equipos y entre organización también es crucial. Estamos en tiempos de colaboración, y si bien el COVID-19 nos obliga a estar separados, debemos estar más unidos que nunca, para compartir formas de trabajo en equipo, mejores prácticas en prevención, oportunidades del teletrabajo o dificultades que hemos tenido.
Yuval Noah Harari, en su entrevista en el Diario El País de España señala que “la mejor defensa contra los patógenos es la información”. Y vaya que necesitamos estar informados, pero no infoxicados.
“La gran ventaja de los humanos sobre los virus es la capacidad de intercambiar información. Un coronavirus en Corea y un coronavirus en España no pueden intercambiar consejos sobre cómo infectar a los humanos. Pero Corea puede enseñar a España lecciones valiosas. Incluso el aislamiento requiere información.”[1]
El autor de “Homo Sapiens” también señala que hay muy poca cooperación internacional y que tenemos falta de liderazgo mundial.
Liderazgo comunicacional en crisis
Si ya en situaciones normales ejercer el liderazgo no es nada sencillo, imaginemos el ejercicio del liderazgo en situación de crisis, con equipos en sus casas y trabajando virtualmente.
Es todo un desafío, pero no es imposible de lograr.
Cuando no trabajamos cara a cara, el líder debe ser mucho más directo y claro en lo que espera del otro. Perdemos el impacto de la comunicación no verbal y, como no decirlo, también perdemos el impacto de un abrazo o de una palmada en la espalda. Hoy estas acciones en lugar de ayudarnos a sentirnos acogidos, nos generan miedo.
En tiempos de crisis el equipo espera más certezas y menos dudas. Pero seamos sinceros, en situaciones complejas, no siempre podemos dar certidumbres.
Para ayudar en estas instancias, recomiendo al líder:
- Alinearse a la comunicación oficial de la organización. Levantar todas las dudas posibles, hasta quedar claro del porqué y cómo se han tomado las decisiones. No siempre estaremos de acuerdo, pero comprender el contexto de la toma de decisiones nos ayudará a alinearnos y dar una mirada común en la institución.
- Comunicar al equipo lo que se solicite, por vías digitales, video llamadas, mail, etc.
- Resolver dudas por todos los medios. Levantar aquellas en que no se tenga respuesta.
- Conocer a cabalidad los protocolos de acción de prevención, en caso de contagio, contacto estrecho, cuarentenas, etc.
- Levantar rápidamente situaciones complejas que se puedan generar en el equipo o rumores que puedan afectar clima o conducir a una crisis reputacional.
- Contener al equipo, acogiendo en cada reunión situaciones críticas familiares. Entender que trabajando desde casa las condiciones cambian.
- Generar compromiso. Las metas organizacionales siguen y la posibilidad de teletrabajar hoy es una oportunidad que no todos los trabajadores tienen. Pongamos foco en los temas relevantes y en las posibilidades de cumplir tareas, enfrentando estos nuevos escenarios.
- Levanta tus dudas y tus problemáticas a tu jefe o pares. Como líder también necesitas apoyo y contención.
Comunicación y teletrabajo
Hoy la tecnología nos ayuda (a quienes tenemos roles administrativos y profesionales) a trabajar a distancia. Sin embargo, hasta ayer lo hacíamos de manera desregulada, ya que no teníamos ley de teletrabajo.
Desde el estallido social en Chile, muchas empresas reticentes al home office se dieron cuenta que era la mejor manera de seguir con la continuidad operacional en tiempos de convulsionados. Hoy, con la crisis sanitaria volvemos a trabajar desde casa, ya más preparados.
No podemos perder la comunicación con los equipos que trabajan desde casa. Aprovechemos los videos, mails, redes sociales internas y las plataformas (Zoom, Teams, Slack, Meet, Hangout, Whatsapp, etc.) para entregar información periódica a los equipos.
Las personas están sobre informadas a través de redes sociales, tratemos de ser claros y concisos con ellos, sin generar alertas innecesarias ni falsas expectativas. Aquí, menos es más, pero la periodicidad es clave, porque no veo a mi equipo y ellos necesitan continuidad.
También es importante respetar los horarios laborales y evitar enviar mensajes fuera de la jornada establecida. En esta situación donde se nos mezcla el trabajo con la vida personal, es sumamente importante cuidar los espacios.
Big Data y Small Data
La gestión de la información y la geolocalización de los contagiados hoy es crucial a nivel internacional. De hecho, Byung Chul Han, filósofo coreano y profesor de la Universidad de Berlín, señala que China está siendo exitoso en controlar el avance del virus gracias al control de la información digital de los ciudadanos. Obviamente, perdiendo libertad y derecho a la privacidad, con todo lo complejo que ello implica.
“Se podría decir que en Asia las epidemias no las combaten solo los virólogos y epidemiólogos, sino sobre todo también los informáticos y los especialistas en macrodatos. Un cambio de paradigma del que Europa todavía no se ha enterado. Los apologetas de la vigilancia digital proclamarían que el big data salva vidas humanas”, señala el filósofo y agrega “La conciencia crítica ante la vigilancia digital es en Asia prácticamente inexistente. Apenas se habla ya de protección de datos, incluso en estados liberales como Japón y Corea. Nadie se enoja por el frenesí de las autoridades para recopilar datos”.[2]
En este sentido, debiéramos preguntarnos cómo estamos manejando la información internamente en las organizaciones: cuántas personas en cuarentena tenemos, en qué centros de trabajo, cuántos contagiados, con quién ha tenido reuniones, cuáles son los turnos afectados, tomó el transporte de la empresa, etc. Sin perder confidencialidad de los datos de los trabajadores, pero poniendo énfasis en el bien común de la organización.
La información de nuestras instituciones, más pequeña que la global o small data, es hoy clave en nuestras empresas para limitar el contagio.
Debemos tomar medidas ágiles – claro- pero en base a información fidedigna y actualizada, tanto interna como del contexto: industria, gobierno, municipios, etc.
Especialistas en comunicación, tenemos una gran y relevante labor hoy. No bajemos los brazos y sigamos trabajando por comunicar bien, a tiempo y verazmente dentro y fuera de nuestros lugares de trabajo.
¡Este virus lo paramos entre todos!
Susana Cáceres G.
Socia Directora
[1] https://elpais.com/cultura/2020-03-21/yuval-noah-harari-la-mejor-defensa-contra-los-patogenos-es-la-informacion.html
[2] https://elpais.com/ideas/2020-03-21/la-emergencia-viral-y-el-mundo-de-manana-byung-chul-han-el-filosofo-surcoreano-que-piensa-desde-berlin.html?outputType=amp&__twitter_impression=true
“Generación Y a la chilena” o, cómo es el lugar de trabajo ideal de un joven Y en Chile
El 11 y 12 de octubre de 2018 en Santiago y Concepción, respectivamente, lanzaré el libro que toma este estudio realizado por Internal con jóvenes millennials en distintas ciudades de Chile.
Desde el año 2015, cuando realizamos el primer estudio sobre millennials en Chile[1], he seguido interiorizándome sobre el desafío de la convivencia de las distintas generaciones dentro de una empresa u organización.
Así surgió la idea de hacer un estudio cualitativo, generando conversaciones con jóvenes Y chilenos de distintas regiones del país. ¡Y lo hicimos! El año 2017 realizamos entrevistas con millennials trabajadores de distintos rubros, tanto en roles profesionales como en roles operativos, con el objetivo de conocer más sobre estos jóvenes que el 2025 representarán el 75% de la fuerza laboral de Chile.
En las conversaciones buscamos identificar cómo era el lugar de trabajo ideal de estos trabajadores, desde la perspectiva de:
- Comunicación interna
- Propuesta de valor al empleado
- Compromiso
- Cultura organizacional
- Clima laboral
- Responsabilidad social
- Liderazgo
- Employer branding
- Motivaciones y mirada de futuro
Fue muy interesante levantar esta información, con el apoyo del equipo Internal, que participó en la realización de entrevistas y en el procesamiento de éstas.
En octubre estaremos lanzando un libro con los hallazgos de este estudio, con el apoyo de la Universidad del Desarrollo, tanto en Santiago, como en Concepción.
Les dejo parte de la introducción del libro:
Caerse de la silla
Cuando comencé a asesorar empresas en comunicación interna, en el año 2011, sostuve muchas conversaciones con gerentes, subgerentes y jefes de área sobre las distintas problemáticas que aquejaban a las organizaciones.
Fue entonces que la Generación Y se convirtió en uno de los temas recurrentes de estas reuniones. “Estos chicos no tienen compromiso, no se quedan ni un minuto después de la hora de trabajo”, se quejaba un gerente de recursos humanos; “les pido que se queden 5 o 10 minutos para una reunión y me dicen que tienen que ir a clase de yoga”, me indicaba una enfermera, jefa de un gran hospital.
En ese entonces, estos “cabros chicos” (que hoy tienen entre 18 y 35 años), como les decían, ya estaban complicando la gestión de personas de distintas organizaciones y estaban generando un dolor organizacional. ¿Qué pasa con esta generación – pensé – que pronto será parte importante de la fuerza laboral de nuestro país?
Me puse de cabeza a leer e investigar cuanta información se encontraba disponible. Mucho de Estados Unidos y de España, poco o nada de América Latina.
Así surgió la idea de tener un sitio web que hablara sobre estos temas, sobre estos jóvenes trabajadores que estaban irrumpiendo en los ambientes de trabajo y que aquejaban tanto a las generaciones anteriores. Veteranos, baby boomers y generación X estaban siendo impactados por ellos.
La idea de Generacionin.com fue canalizar información y dar cabida a lo que pensaban los representantes Y. Los entrevistamos y generamos paralelos entre sus respuestas y las de otros profesionales de otras generaciones.
El objetivo era comprender a nuestra generación Y, la chilena, la que había nacido en o después de la dictadura militar, la que vivía en el país más austral del mundo, la que sabía de terremotos.
En esos años, conversando con un subgerente de una empresa industrial, nos dimos cuenta que en un tiempo más esta generación representaría a la mayor parte de los trabajadores de las empresas chilenas; lo que no le hacía ninguna gracia a este ejecutivo, quien tenía grandes diferencias con esta atrevida generación. “Seguro que un joven de esta generación será tu jefe en poco tiempo más”, le dije. Fue en ese momento que casi se cae de la silla de la impresión… “Es verdad”, me contestó, con cara de una jaqueca inminente.
¿Eran tan nocivos estos jóvenes?, ¿cuál es el potencial de esta nueva generación?, ¿qué esperan de sus jefes o de sus entornos laborales? Todas estas preguntas me seguían dando vuelta.
Si quieres participar en el lanzamiento puedes ver detalles en este archivo MAILING lanzamiento libro
Seguimos comunicados,
Susana Cáceres G.
Socia Directora
[1] http://internal.cl/wp-content/uploads/2017/09/3-Estudio-Generacio%CC%81n-Y-2015.pdf
Hablemos de Transformación
Nuevas condiciones en el mercado y en las personas están generando cambios en las decisiones y estrategias de las organizaciones. Los consumidores, clientes, colaboradores y stakeholders se toman un escenario que antes no ocupaban y las empresas tienen que comenzar rápidamente – por más exitosas que sean- a entender los nuevos fenómenos y prepararse para ese nuevo y desafiante escenario.
Esta es una palabra que hemos escuchado en reiteradas ocasiones el año 2017 y seguirá siendo parte de nuestro vocabulario de aquí en adelante: Transformación.
Transformación cultural, transformación digital, transformación del negocio, etc., lo cual conlleva necesidad de colaboración, innovación y gestión del cambio. Y que significa – sin lugar a duda- personas definiendo y asumiendo una nueva manera de hacer las cosas.
La frase “el cambio es lo único permanente” la tenemos ya instalada. Sin embargo, cuando las organizaciones se plantean una transformación, no estamos hablando de cambios aislados al interior de la empresa, sino de cambiar la manera de hacer negocios, cambiar la estrategia, redefinir una cultura que esté en sintonía con ésta y dar respuesta a escenarios externos e internos cada vez más complejos. He escuchado en muchas organizaciones la pregunta: “¿para qué cambiar, si nos va bien?”. La respuesta es: el éxito actual no nos asegura que seremos exitosos en el futuro y el cambio o transformación ya no es opcional.
¿Qué elementos están en juego cuando hablamos de transformación?
En primer lugar, el contexto, que es el principal gatillador de la transformación de las organizaciones. Los cambios en los entornos de las empresas han generado la necesidad de nuevas formas de relacionarse con sus stakeholders en general, de vender, de comprar, de comunicar sus productos o servicios, de competir e incluso de organizarse internamente.
Los consumidores son cada vez más exigentes e informados. La relación de poder entre la empresa y sus clientes ha cambiado notoriamente. Es un poder que comenzó de manera silenciosa y que ha estructurado una nueva hegemonía en el mercado, desde las redes sociales hasta las demandas colectivas. “Cuanto más poderoso sea el poder, con más sigilo opera”, explica el filósofo coreano Byung Chul Han en su libro Sobre el poder.[1] Y así es esta fuerza que ha remecido las bases del comercio tradicional: necesidad de información transparente y ágil, compras online, transacciones bancarias en línea, exigencia cumplimiento de compromisos y etiquetados, sustentabilidad, compromiso medioambiental, felicidad organizacional, flexibilidad, entre otros aspectos.
Pero no sólo hablamos del “mercado”, sino también de otras relaciones y procesos. La forma de educar también cambió, de informarse, de tener relaciones sociales, de jugar.
Mantener contento a este nuevo consumidor con este contexto es más complejo y competir en estas condiciones, más rudo.
Estas mismas condiciones y cambios en las personas han desarrollado la necesidad de una transformación digital de nuestras industrias. Que, aunque lo parezca, no se trata de más y mejor tecnología, aunque está presente en el cambio. Es una nueva forma de trabajo en las organizaciones y de relación con sus públicos de interés. Es una relación colaborativa y con otras reglas. De hecho, la metodología ágil, que está apalancando estos procesos en las empresas, es una forma diferente de generar nuevos productos y servicios, de diseñar y mejorar procesos y de desafiar la realidad actual, centrándose en el usuario y sin la estructura de liderazgo tradicional a la cual las organizaciones estaban acostumbradas.
Y la transformación digital llegó para quedarse, crecer y avanzar. De hecho, se piensa que la asistente digital Alexa de Amazon prontamente pueda generar trasferencias bancarias y no olvidemos al bitcoin o la versión chilena chaucha que están causando sensación entre los inversionistas más jóvenes.
Y no podemos obviar que estos usuarios, consumidores y clientes cada vez más exigentes, también trabajan y están haciendo cambiar a las organizaciones desde adentro. No sólo porque hay que ser ágiles para responder a los cambios externos, sino porque mis colaboradores son también digitales, millennials y piden transparencia y nuevas formas de ser empresa, apuntando a un clima laboral grato, flexibilidad horaria y nuevos beneficios.
En una charla que dicté para estudiantes de posgrado sobre comunicación interna y generaciones, una asistente, representante de la generación X, manifestó su molestia por esta generación mimada (millennials) que todo quieren. “Nosotros queremos lo mismo que ellos, ¿porque a ellos hay que cumplirles’”. Y aquí viene nuevamente la correlación de poder. Porque los Y lo exigen, sin hacer grandes atisbos, si no con decisiones claras: se van si no les gusta. He ahí la diferencia con las otras generaciones cuya necesidad de estabilidad (formaron familia tempranamente) es muy distinta. Nos dice Byung Chul Han: “…hay que tener en cuenta la múltiple dialéctica del poder. El modelo de poder jerárquico, según el cual el poder se irradia simplemente de arriba hacia abajo, no es dialéctico. Cuanto más poder tenga un soberano, tanto más requerirá, por ejemplo, del consejo y de la colaboración de los subordinados”.[2]
Pero no son solo cambios generacionales son los que impactan internamente. La diversidad en general está marcando una nueva forma de ser organización. Inclusión de más mujeres en ámbitos de decisión, diversidad sexual, discapacidad, etnias y nacionalidades distintas. Somos reflejo del mundo global, eso es innegable.
Todos estas condicionantes exigen organizaciones más innovadoras que son capaces de adelantarse y de renovarse rápidamente, incluso de cambiar el rumbo. Todo es agilidad. Y para poder innovar necesitamos generar una nueva cultura interna, con la posibilidad y permiso para equivocarse. Nada sencillo en las organizaciones tradicionales, en donde errar es causal de despido.
¿Y qué tiene que ver esto con comunicación interna?: ¡Todo!
Generar una cultura propicia para la transformación y dar respuesta a estas necesidades organizacionales (y ahora ya!) no es algo trivial. El compromiso de los colaboradores en estos procesos es clave y para ello debemos comunicar efectivamente y con participación.
Gestionar el cambio requiere además del activo liderazgo de la alta dirección y de las distintas jefaturas de la organización. Su adhesión y acción concreta genera coherencia e impulsa el cambio.
Generar una transformación en una empresa es una tarea de largo aliento. La estrategia que la organización ha definido debe ser la base de una estrategia comunicacional que se haga cargo de los impactos de cambio según audiencia, minimizando éstos y convirtiéndolos en una oportunidad.
La resistencia a la pérdida que genera el cambio es algo inevitable y la única forma de generar transformaciones efectivas es que el relato organizacional incluya a todos, genere participación y sea coherente con la cultura y la estrategia de la empresa.
Las personas se subirán a este proceso si se sienten consideradas y si entiende el porqué del cambio; y – sobre todo- si ven a los jefes trabajando coherentemente por el proceso.
Por ello la estrategia de comunicación se debe crear con las personas. Debe cocrearse e iterarse con las audiencias para probar y ratificar que sea efectiva. Recordemos que la correlación de fuerzas ha cambiado y los “públicos” internos, empoderados y críticos, no son meros receptores de comunicación, son actores con poder definido.
Lo que no podemos hacer, de ninguna manera, es vivir un cambio organizacional sin una estrategia y plan comunicacional. Es como comenzar un viaje con la nave averiada.
Seguimos comunicados,
Susana Cáceres G.
Socia Directora
[1] Sobre el poder. Byun Chul Han. Editorial Herder, España, 2016. Pag. 11.
[2] Sobre el poder. Byun Chul Han. Editorial Herder, España, 2016. Pag. 17.
Los principales problemas de Comunicación Interna en América Latina
Cuando hablamos de comunicación interna nos referimos a todos los mensajes, conversaciones e información que se generan dentro de una organización.
Por otra parte, cuando pensamos en los problemas que aquejan a las organizaciones de América Latina en relación a la gestión de la comunicación interna, se vislumbran varias temáticas que impactan y que requieren trabajo directo. Veamos aquí las seis principales que hemos observado en nuestra realidad regional y que requieren nuestra atención.
1) Considerar que la comunicación interna también es externa
Solemos olvidar que la comunicación interna puede salir al exterior de la empresa, ya que finalmente la comunicación es una sola y la segmentamos para poder gestionarla. Por ejemplo, los mensajes internos pueden salir a través de los trabajadores que son los primeros embajadores de la marca. La comunicación interna también es comunicación externa.
A su vez, los mensajes que comunicamos externamente también ingresan a nuestra empresa. Los trabajadores ven los medios de comunicación masiva y siguen las redes sociales.
2) Compromiso de la alta dirección
Uno de los grandes problemas, por ejemplo, es que los colaboradores se enteran de decisiones empresariales a través de medios de comunicación, generando gran ruido interno. Por eso los mensajes deben estar alineados y ser comunicados oportunamente al interior de la organización.
Otro problema que observamos en nuestras organizaciones es la falta de compromiso de la alta dirección con el rol de la comunicación interna estratégica.
Podemos generar planes de comunicación realmente potentes y adecuados para la organización, sin embargo, si no tenemos el compromiso de la alta gerencia, esos planes se nos pueden caer.
Y, por otro lado, sin este respaldo, la comunicación interna es simplemente una tarea operativa, que no impacta en el rumbo de la organización y, por tanto, se desaprovecha una valiosa oportunidad de alinear y fidelizar a las audiencias internas.
3) Los líderes no asumen el rol de comunicadores
Los líderes son los principales comunicadores de una organización. Y los colaboradores prefieren la comunicación cara a cara, tanto para recibir como para entregar información; especialmente a través del jefe directo. Sin embargo, los líderes no asumen su rol y la comunicación en cascada no fluye.
4) Los colaboradores no comparten el sueño de la organización
Si los colaboradores no están bien informados sobre el rumbo de la organización, su posición en el mercado o las metas de la empresa, es muy difícil que se comprometan con el sueño de ésta.
Es importante que cada colaborador entienda cómo contribuye desde su rol a cumplir el sueño, qué se espera de él y cómo puede aportar.
Si queremos colaboradores comprometidos, necesitamos hacerlos parte de la organización, para que logren identificar el sentido de su trabajo.
5) Los colaboradores no se sienten escuchados
En la IV Encuesta de Comunicación Interna de Chile, Recic 2015, sólo el 31% de los colaboradores señalaron estar totalmente de acuerdo con la afirmación “Me siento escuchado por mi organización. Mi opinión importa”. Es un tema clave si queremos organizaciones más y mejor comunicadas. Para esto nuevamente requerimos del rol activo de los líderes, sobre todo pensando en la incorporación de la generación “Y” en mayor medida a las empresas que requieren más cercanía, escucha y feedback por parte de sus jefaturas.
6) Nos quedamos sólo en comunicación operativa
Otro problema es que el departamento de comunicación interna se ve sumida en la imagen de ser “el área que envía los mailings internos”. Nos quedamos en la tarea operativa y nos cuesta aportar a la organización en decisiones estratégicas y visión de futuro.
El rol de las comunicaciones internas es estratégico, pero para lograr cumplir esta tarea es necesario ser asesores internos reconocidos y con voz y voto en las esferas de decisión corporativa.
Para cambiar esto lo esencial es partir mirando nuestra gestión y asumir el rol estratégico.
Los invito a mirar sus organizaciones, a conocer a sus colaboradores y a generar planes estratégicos aplicados a su cultura, requerimientos y sueño organizacional. ¡Hacia allá vamos en la Región!
Seguimos Comunicados,
Susana Cáceres G.
Socia Directora
¿Cuánto impacta la comunicación interna en el compromiso?
Hoy cada vez más empresas están midiendo el Engagement o Compromiso de sus colaboradores. Ya no sólo medimos el Clima Laboral; sino que también cuáles son los aspectos que motivan de mayor manera a nuestros trabajadores a permanecer y aportar en mayor medida a nuestras compañías.
¿Qué es Engagement?
El compromiso podría definirse como el nivel de identificación con la organización, el esfuerzo discrecional (desempeño) y la intención de permanecer que exhiben los empleados en virtud de la combinación de experiencias pasadas, eventos presentes y expectativas sobre el futuro dentro de su organización (Fuente CLC -Corporate Leadership Council- Human Resources).
El impacto del Engagement en los resultados de los negocios está siendo demostrado de manera efectiva y con indicadores claros, por varias consultoras internacionales que realizan estudios a nivel mundial. Por ello muchas empresas están midiendo estas variables en los lugares de trabajo, para generar planes de acción y así lograr un mejor ambiente de compromiso para sus colaboradores. Es decir, que los colaboradores hablen bien de su organización; que quieran permanecer en ella; y que quieran dar un aporte extra para el desempeño de ésta.
De hecho, el 70% de los líderes empresariales cree que el Engagement es esencial para su negocio (Fuente: Encuesta de investigación CLC, Engagement Survey 2010, Base 11.063 colaboradores y 354 ejecutivos RRHH).
Y en el mismo estudio se expone que el Engagement tiene una importancia crítica para mejorar los resultados de los colaboradores, de hecho explica un 46% de la variación del desempeño (Fuente: Encuesta de investigación CLC, Engagement Survey 2010, Base 11.063 colaboradores y 354 ejecutivos RRHH).
¿Comunicar impacta en el compromiso?
La comunicación efectiva es uno de los impulsores de Engagement, sobre todo si ésta proviene de un líder de la organización. Los impulsores son generadores de compromiso, pero muchas veces son sólo un peack y después decaen. Eso ocurre por ejemplo con los siguientes impulsores de aceleración, que si no se sustentan o sistematizan, decaen rápidamente en la generación de compromiso.
Impulsores de aceleración, pero que tienen un decaimiento rápido:
- Agradecimiento del gerente
- Comunicación inspiradora de un líder senior
- Comunicación de la organización
- Comunicación inspiradora del gerente
- Agradecimiento de un líder senior
Por ello hay que generar constancia en este tipo de comunicaciones. No pueden ser una acción aislada, sino que se requiere una estrategia sistemática con los líderes de la organización. Es decir, parte de un plan bien estructurado de Comunicación Interna.
Los impulsores que aceleran y que también son sustentables en el tiempo (en orden de importancia), son:
- Comunicación inspiradora del gerente
- Agradecimiento de un líder senior
- Oportunidad de desarrollo
- Recompensa no monetaria
- Conversar con el gerente sobre la carrera profesional
- Celebración patrocinada por la organización
- Oportunidad de voluntariados
- Aumento considerable del salario base
Si vemos, los mayores impulsores de aceleración, cuando hablamos de compromiso, son los factores no monetarios, “salario emocional”.
Y si el compromiso genera impacto en los resultados del negocio, una buena estrategia de Comunicación Interna -con participación activa de los líderes-, es absolutamente rentable para una empresa que quiere ser más exitosa.
Definitivamente, la comunicación interna impacta y acelera el compromiso. También debemos preocuparnos de hacer planes sustentables en el tiempo, para que no generemos un peack con un decaimiento rápido.
Seguimos comunicados!
Susana Cáceres G.
Socia Directora
INTERNAL
¿Los Líderes saben comunicar?
En estos meses estamos preparando -junto al equipo de mi consultora- distintos formatos de talleres para formación de líderes en habilidades comunicacionales, con énfasis en cascada y feedback.
Generalmente se tiende a suponer que los líderes tienen ciertas destrezas y que nacen con ellas. Hoy las organizaciones se están dando cuenta que no es así. Si bien hay aptitudes técnicas que los jefes tienen, no siempre estos cuentan con las habilidades blandas, que se requieren para motivar e inspirar a sus equipos, comunicar efectivamente o enfrentar situaciones de crisis.
Lo bueno es que estas capacidades de los líderes se pueden formar y las empresas están trabajando en ello. Y una fundamental es la comunicación.
Un buen líder comunicar bien y escuchar mejor
Muchas veces he escuchado a jefes y mandos medios quejarse cuando les entregan de manera explícita el rol de comunicador; ya que consideran que tendrán más trabajo. Y digo explícitamente porque siempre tienen el rol, lo que sucede es que muchas veces no lo asumen.
La verdad es que los líderes coordinan todo el día y eso implica comunicar y escuchar. Cuando les damos el rol de manera clara, y además los formamos, les damos la posibilidad de cumplir de mejor manera su tarea; además de potenciar su liderazgo y mostrarse dentro de la organización.
La escucha activa y la comunicación efectiva son aspectos claves para un jefe. Y el equipo de comunicaciones internas debe apoyar a la organización en esta formación para contribuir a mejorar la comunicación en cascada y la comunicación ascendente.
¡La comunicación interna no significa solamente medios! El rol de los jefes en ésta es realmente imprescindible. Necesitamos contar con ellos y por ello debemos entregarles las herramientas para que mejoren este aspecto.
Jefes que comunican bien son mejores líderes y aportan de manera real a mejorar las comunicaciones internas de cualquier empresa u organización.
¡Logremos su compromiso!
Susana Cáceres G.
Socia Directora
Internal
Cascada de Comunicación Interna: el rol fundamental del Líder
En los últimos talleres de Gestión de la Comunicación Interna que he dictado, y en los diagnósticos que hemos realizado en nuestra Consultora, Internal, la problemática de la Comunicación en Cascada y la retroalimentación ha sido uno de los aspectos más consultados y relevados.
¿Cómo logramos que los líderes comuniquen?, ¿Cómo logramos que asuman su rol en la Comunicación Interna?, ¿Cómo hacemos que entiendan la importancia de comunicar en una organización?
Muchas veces he visto que los líderes y, en especial los que ocupan cargos de mandos medios, se quedan con la información y no la canalizan hacia sus colaboradores. Tampoco suben dudas, consultas o ideas de sus colaboradores hacia otras instancias organizacionales. Esto genera muchos problemas en la organización, que no se vislumbra hasta que tenemos una crisis de comunicación en ciernes:
- Poca confianza en la comunicación oficial: me entero por rumor en lugar que mi jefe me comunique.
- Falta de alineamiento organizacional: los colaboradores no saben por qué realizan sus tareas diarias ni cómo contribuyen éstas al cumplimiento de las metas organizacionales.
- Pérdida de liderazgo: un jefe que no comunica no potencia su liderazgo.
- Pérdida de innovación: todas las ideas que se puedan generar entre nuestros colaboradores no son canalizadas en forma ascendente en la organización, perdiendo valiosas propuestas y, muchas veces, ahorros sustantivos.
- Pérdida de credibilidad de los líderes: los colaboradores sienten que sus jefes no tienen capacidad de resolver sus problemas o dudas; al final se saltan al jefe y van al superior de éste.
- Retrabajo y mala gestión del conocimiento: las áreas a veces estás trabajando en los mismos proyectos y como esto no es canalizado a otras instancias, cada área trabaja a parte sin generar sinergia, gastando más dinero y demorándose más.
Y muchos otros problemas que podemos identificar en cada una de nuestras organizaciones.
Una primera labor es del gerente general o presidente de la Compañía. La gestión de la comunicación interna requiere del compromiso y respaldo de la alta dirección. Con esta visión, los líderes y mandos medios asumirán que es un tema relevante y no un “cacho” que tengo que hacer, además de mi labor.
En la reunión gerencial o comité de gerencia debe declararse claramente que se debe bajar información a los equipos. Pero no sólo eso sino que también: qué comunicaremos, cuándo lo haremos, a quién, cuándo volverá el feedback; y –muy importante- por qué lo haremos. No dejar al azar lo que cada jefatura comunicará. Si queda en una nebulosa, no se comunicará nada o se comunicará parcelado, lo que generará un rumor muy poderoso.
En este sentido, la comunicación en cascada, tal como toda la comunicación interna de una organización, debe planificarse. La espontaneidad en este caso no nos sirve. (Pueden ver artículo anterior sobre sistematización de comunicación en cascada con team briefing en: https://susanacaceres.com/2011/08/16/comunicacion-y-mandos-medios%E2%80%A6-como-abrir-el-camino-al-team-briefing/)
Sí debemos apelar a la espontaneidad, compromiso y habilidades del líder para generar comunicaciones activas, participativas y que generen un clima grato.
Y muy importante, formar a los líderes en comunicar y escuchar bien. Los líderes no necesariamente tienen estas capacidades, pero pueden y deben desarrollarlas.
Y además hacerles ver que un líder que comunica bien es un mejor líder. Un jefe que es buen comunicador adquiere mejores herramientas para llevar a cabo su labor diaria, mejora el clima laboral, genera confianza en su equipo, capitalizando ideas e innovación, y potencia su liderazgo.
Seguimos comunicados….
Susana Cáceres G.
Socia Directora
Internal
Líderes y Comunicación Interna: un nexo fundamental
Cuánto le pedimos a nuestros líderes en las organizaciones?
Tienen que definir y cumplir metas, coordinar equipos, definir reconocimientos, motivar, generar un buen clima laboral, evaluar desempeño, dar feedback, , entre muchas otras actividades, además de “hacer la pega”.
Cuando además les decimos que son un pilar fundamental e imprescindible de la comunicación interna, preguntan: ¿Y además tenemos que comunicar…? Efectivamente! Es un rol fundamental.
Lo que los líderes no se dan cuenta es que no es “además”. Comunican siempre, en cada momento y en cada una de las tareas que tienen que desarrollar al coordinar equipos. Lo importante es que si desarrollan mejores habilidades comunicacionales, todas las otras tareas serán más fáciles y las metas se cumplirán de mejor manera.
Pero no sólo eso. Un jefe que escucha bien y comunica mejor, tiene un potenciamiento de su liderazgo, genera un ambiente propicio para la innovación, la capitalización de ideas y se destaca al tener un equipo comprometido.
Trabajar con los líderes en el desarrollo de sus competencia comunicacionales, no es sencillo; pero es una apuesta totalmente rentable! Tanto para él como para la organización y para sus colaboradores.
Y cuando los líderes se dan cuenta que tienen una ventaja competitiva al comunicar y escuchar mejor, toman conciencia de la importancia de potenciar no sólo su efectividad al comunicar, sino de mejorar la comunicación interna en toda la organización.
Un líder formado en comunicación es un aliado incondicional para la estrategia de comunicación interna de la empresa o institución! Trabajemos con ellos!
Seguimos en contacto,
Susana Cáceres G.
Socia Directora Internal